A Song We Left Unsung - Capítulo 15

Mar 18, 2016 19:13





Capítulo 15: Durante toda la pesadilla


Chanyeol se despertó con un sobresalto provocado por otra repetición mental espantosa de la colisión. Se sentó y jadeó en busca de aire, con el corazón desbocado y sus oídos aún pitando por el sonido del impacto del taxi contra la moto de Kris.

Se quedó ahí recostado durante lo que le parecieron horas, sumiéndose y saliendo de una semi-inconsciencia pero incapaz de volverse a dormir como se debe.

Y luego Baekhyun empezó a hacer esos ruidos otra vez.

Eran como unos débiles gemidos y suspiros y grititos, y ciertamente no era la primera vez que Chanyeol los escuchaba, pero por algún motivo, en ese momento los sonidos le provocaban cosas extrañas. Cosas extrañas e inexplicables.

Baekhyun volvió a suspirar y rodó, quedando de frente a Chanyeol. La luz de la luna que se filtraba por la ventana ubicada encima de la cama le iluminaba sus adorables facciones: su piel brillante, sus ojos cerrados y sus labios suaves, levemente separados.

Chanyeol tragó, en un intento por humedecerse su garganta reseca, y trató de ignorar lo extrañamente excitado que se sentía. Últimamente, de la cintura hacia abajo había estado con disfunciones, y no quería más que poder ser capaz de extasiar al hermoso muchacho echado junto a él, y hacerlo retorcerse de placer, tal como solía hacer.

Otro suave suspiro escapó de esos exquisitos labios, y para Chanyeol, aquello fue la gota que rebalsó el vaso.

Sacudió con delicadeza a su durmiente novio en un intento por despertarlo.

Baekhyun gimió y se retorció un poco.

-Mmmnooooo… -murmuró absurdamente.

-Despierta -susurró Chanyeol con la voz ronca.

El otro volvió a gimotear con suavidad pero continuó dormido. Chanyeol volvió a agitarlo con mayor insistencia, y finalmente dos bonitos ojos cafés se abrieron con lentitud para mirarlo.

-Yeol… ¿pasa algo…? -murmuró, atontado.

-No, no… Nada. Exceptuando el hecho de que te deseo tanto ahora mismo que creo que haré combustión espontánea.

Baekhyun lo observó durante un momento, aturdido, antes de que una sonrisita pícara se le dibujara en los labios.

-¿Y me despertaste sólo por eso?

-Bueno, no me parecía correcto empezar sin ti. Me parece que vas a querer estar consciente para lo que sigue.

Chanyeol alzó el mentón de Baekhyun con una mano y le rozó con el pulgar sus labios antes de insertarlo entre ellos. Baekhyun lo succionó lentamente, sin apartar en ningún momento su mirada de la de su novio, quien luego extrajo de la boca su dedo húmedo para que su lengua pudiese ocupar su lugar.

Sus labios a la larga se separaron y Chanyeol le acarició a Baekhyun el rostro con dulzura, deleitando a sus dedos con aquella sedosa piel.

-Bueno, ¿qué opinas?

Baekhyun lo miró, con sus ojos marrones a medio cerrar debido al placer. Se aproximó de manera casi imperceptible, acortando la distancia entre sus bocas.

-Me conquistaste en cuanto dijiste «combustión».

Febrilmente se besaron mientras rodaban por la cama; sus manos ansiosas recorrían la totalidad de sus cuerpos, y Chanyeol se dio cuenta de que nunca en la vida había deseado a nadie con tanto desespero. Cada segundo que pasaba sin tocar a Baekhyun le producía casi un dolor físico.

Una mano suave se dejó llevar hacia su estómago, y Chanyeol comenzó a sentir un inconfundible cosquilleo más abajo.

-Baek -susurró, gratamente sorprendido-, creo que esta vez se me ha parado de verdad…

-Qué bien -suspiró él, falto de aliento-, porque quiero que me hagas el amor.

Los labios de Chanyeol empezaron a transitar la mandíbula de Baekhyun y luego su cuello.

-¿Cuánto quieres que te haga el amor? -musitó, provocador.

Baekhyun gimió cuando una de las manos de su novio se aventuró hacia sus bóxers.

-Mucho, quiero mucho que me hagas el amor, Chanyeol -respondió ya sin aire, y jadeó un poquito cuando el otro le bajó la ropa interior con un veloz movimiento.

-Bueno, me alegro, porque voy a darte un placer tan indescriptible, como jamás lo imaginaste.

-Ya cállate y métemela.

Chanyeol sonrió y fue descendiendo por su cuerpo a los besos, sobre su pecho y estómago, y aquella piel pálida se sentía tan tersa y suave contra sus labios.

Se arrodilló entre las piernas de Baekhyun y alzó la mirada para ver qué reacción estaba consiguiendo. Su novio tenía escrito por todo el rostro el hecho de que se hallaba inmensamente excitado.

Decidió calentar a Baekhyun un poco más dejándole un rastro de ligerísimos besos suaves en el interior de sus muslos, y disfrutaba plenamente los escalofríos que provocaba al hacerlo.

-Chanyeol -gimió Baekhyun-, no me hagas rogarte…

Él alzó la cabeza y sonrió de manera insolente.

-¿Cuál es la palabra mágica?

El otro dejó salir un ruido extraño, un híbrido inusual entre un gemido y un grito, justo cuando los labios de Chanyeol se acercaron demasiado a sus zonas bajas.

Chanyeol parpadeó hacia él, y luego se encogió de hombros y continuó desde donde se había quedado.

-Meh. Casi la aciertas.

* * *

A partir de ese momento, las cosas fueron en ascenso.

-Tócame -murmuró Baekhyun, con sus mejillas comenzando a colorearse conforme su excitación crecía.

Chanyeol hizo lo que le pidió.

-Te gusta, ¿eh?

-Sí… Mmm, se siente tan bien…

Baekhyun arqueó la espalda y se relamió, y lo único que Chanyeol quería en ese momento era besarlo entero, una y otra vez.

De entre todas las visiones preciosas del mundo, el modo en que Baekhyun lucía cuando se le daba placer era sin dudas el primer lugar de la lista.

La mano de Baekhyun se deslizó hacia abajo y se colocó encima de la de Chanyeol, y aunaron fuerzas para que él se acercase más y más a un deleite descomunal.

-Más lento… -gimió, y su pecho pálido subía y bajaba con rapidez.

Chanyeol ajustó el ritmo como se le pidió, sabiendo que a su novio le encantaba lento y profundo más que rápido y furioso.

Comenzó a salir con deliberada lentitud para que Baekhyun pudiera sentir cada milímetro de él, y luego se le volvió a meter con energía. El otro muchacho gritó y sus caderas se elevaron involuntariamente. Comenzó a estremecerse con violencia, aferrándose con tanta fuerza al cobertor que sus nudillos amenazaban con atravesarle la piel.

Chanyeol le sujetó una mano, y sintió cómo los dedos tensionados se relajaban conforme iban entrelazándose con los suyos.

-Eres tan hermoso -susurró al oído de Baekhyun-, tan hermoso y tan sexy, y te amo, y esto se siente tan condenadamente bien, creo que voy a acabar ya, o incluso puede que me muera, o quizás ambas, y esta oración está quedando muy larga y aaaaah, aquí viene…

En ese preciso instante, tanto su mente como su cuerpo se zambulleron a velocidad luz hacia un estado de eufórico olvido.

* * *

Chanyeol gruñó con tal volumen que se despertó. Se sentó en la cama y se frotó los ojos. Echó un vistazo alrededor, desconcertado, y la realidad terminó por asentarse.

Todo fue un sueño. Había sido tan vívido y realista y sexy que lo pudo sentir en cada parte del cuerpo, pero no obstante, había sido un sueño. Se había puesto tan alegre por poder finalmente complacer a su novio como se debe, pero ni siquiera había sido real.

Baekhyun estaba roncando suavemente a su lado, aún dormido como un tronco. Gimió un poquito y luego se volvió a quedar callado.

Chanyeol bajó la vista y notó que las sábanas de su lado de la cama estaban pegajosas. También su ropa interior. El lado bueno era que todavía tenía una erección (bastante floja), aunque parecía estarse muriendo con rapidez justo frente a sus ojos.

Gruñó, consternado, y se dejó caer de vuelta a la cama.

«Genial. Ahora hasta mis sueños buenos me torturan.»

* * *

Chanyeol decidió no contarle al otro acerca de su emisión nocturna, y en su lugar escogió, a la mañana siguiente, sacar subrepticiamente las sábanas manchadas y tirarlas en el canasto con la otra ropa para lavar mientras Baekhyun se duchaba.

Aquel sueño no abandonó su mente en ningún momento del día, a tal punto que lo distrajo mientras trabajaba en el auto de un cliente. La imagen seductora de los llameantes ojos de su novio mirándolo con intensidad mientras le chupaba el pulgar comenzó a provocarlo repetidamente, y se preguntó si podría, aunque sea, convencer a aquella floja erección para que reapareciera la próxima vez que él y Baekhyun estuvieran juntos.

Esa noche, elaboró un plan para probar su teoría.

-Hazme un favor y chúpame el pulgar.

Baekhyun lo miró, extrañado.

-¿Disculpa?

-Solo hazlo. Estoy probando algo.

-¿No preferirías que chupe otra cosa?

-Baekhyun, quiero que me chupes el pulgar porque me calienta, ¿sí? Ahora hazlo.

El otro se encogió de hombros y obedeció. Chanyeol lo encontró increíblemente erótico, pero Baekhyun parecía aburrido.

-Un poco más de entusiasmo no estaría mal…

Baekhyun sacó el pulgar de la boca produciendo un ¡pop! húmedo que, en circunstancias normales, habría hecho que Chanyeol se pusiera como loco.

-Yeol, esto es muy raro. ¿Estás desarrollando alguna especie de fetiche con bebés o algo?

Él no le respondió. Todo en lo que podía pensar era que, a pesar de la imagen tan sexy frente a él, no sentía ningún retortijón en las tripas. Supuso entonces que era seguro asumir que sus habilidades en sueños ciertamente no se transferían a la vida real.

-Demonios -masculló, observando con tristeza a la prolongación sin dudas flácida que subyacía bajo su ropa interior-. En verdad creí que esta vez iba a funcionar.

Baekhyun le frotó la espalda con suavidad para animarlo.

-Está bien. Puedo encargarme yo, si quieres.

-No, no te preocupes. Lo lamento Baek, pero ya no estoy de humor.

Rodó y se fue a dormir. Como siempre, sus sueños se hallaron plagados de las peores cosas imaginables.

* * *

Chanyeol continuó guardándose las emociones, como estaba acostumbrado a hacer, y por supuesto que los meses de ansiedad y frustración acumuladas terminaron, inevitablemente, por explotar, y justo en la cara de su novio, que tanto había sufrido.

-¿Por qué estás tan gruñón y negativo todo el tiempo? -se quejó éste una noche-. Tu actitud no parece hacer más que empeorar progresivamente.

-Bueno, tal vez sea porque, por mucho que quiera, ya no puedo pegar un puto ojo en toda la noche. Y saber que sigo sin poder hacerte el amor como solía también me está enloqueciendo.

-Escucha -respondió Baekhyun, haciendo su mejor esfuerzo por mantenerse calmo y racional-, comprendo que estés molesto, pero no es como si ya no pudiéramos volver a tener sexo. Tal vez sea un poco diferente y con menos frecuencia, pero mientras sea contigo, no me molestan esas cosas.

Chanyeol dejó escapar un suspiro exasperado.

-Puede que a ti no, pero a mí sí. Quiero ser quien te dé placer, también. O al menos me gustaría tener la opción de vez en cuando…

-Pero sí me das placer, Chanyeol. Y si no estás conforme con que yo sea el activo todo el tiempo, entonces dime lo que te gusta y cómo te gusta, y lo haré mejor.

-Ehm… -intervino Kai, alzando una mano desde el fondo-. Sigo aquí, por si no sabían…

Chanyeol o bien lo ignoró, o no se dio cuenta de su presencia.

-No digo que el sexo no sea satisfactorio, pero ya no es lo mismo. Quiero volver a estar dentro de ti. Quiero hacerte acabar. Quiero hacerte clamar mi nombre, una y otra vez, pero no puedo. En su lugar, eres tú quien me hace todas esas cosas, siempre, y francamente me resulta algo humillante.

-Bueno, ya fue demasiada información. Me largo de aquí -dijo Kai con los ojos como platos mientras abandonaba la sala de estar.

Baekhyun no pudo evitar hacer una pequeña mueca ante la sinceridad de Chanyeol. El lenguaje que usaba sonaba tan vulgar fuera de contexto. Con razón el pobre Kai se fue con premura.

-Chanyeol, ser el que recibe no tiene nada de humillante. Yo solía hacerlo siempre contigo, por si se te ha olvidado, y que impliques que ello me vuelve menos hombre es bastante ofensivo. En fin, si tus problemas sexuales te afectan tanto, y las pesadillas son tan persistentes, ¿no crees entonces que es momento de buscar ayuda?

Chanyeol se mostró peligrosamente silencioso.

-¿Qué estás queriendo decir, exactamente?

-Que tal vez debas recurrir a alguien, Chanyeol, en vez de soportar todas estas cosas que probablemente no se vayan a resolver solas. De verdad pienso que deberías ver a un terapeuta.

El otro lo miró como si se hubiese vuelto demente.

-¿Qué? Oh, no. No, no, no. No tengo problemas, Baekhyun. Bueno, quiero decir, sí los tengo… pero estoy seguro de que no es más que un pequeño desperfecto en mis cañerías de abajo, para lo cual puedo ver a algún médico. No tiene nada que ver con que me haya vuelto loco.

-Chanyeol, no digo eso, pero estoy 99% seguro de que tus impedimentos sexuales son algo psicológico, no físico.

-¿Y cómo ha arribado usted a esa conclusión, doctor Byun? -replicó Chanyeol con condescendencia. Su novio suspiró y puso los ojos en blanco ante la acotación.

-No sé si te diste cuenta o estabas muy ocupado teniendo la cabeza en la luna, pero cuando yo he sido el activo, se te paró al menos la mitad de las veces. Puedes hacer que se levante, Chanyeol, pero no cuando tú quieras. Lo tuyo no es una anormalidad física: es ansiedad, y tienes que hablar con alguien acerca de eso. Lo mismo va respecto al insomnio y los flashbacks, y cualquier otro síntoma que estés experimentando.

Chanyeol estaba lívido.

-No soy un pirado, Baekhyun. No necesito a un psiquiatra. Lo único que me hace falta es una buena cantidad de sueño ininterrumpido, y tal vez también una puta erección que me dure más de cinco putos segundos.

Baekhyun lo miró con incredulidad.

-¿Por qué te enfadas? Nada más quiero que te mejores. Verte así también me hace mal a mí, ¿sabes? Por favor, reconoce que necesitas ayuda. Ese es el primer paso para que las cosas puedan regresar a como eran antes.

Chanyeol se puso de pie para irse a su cuarto.

-Para que lo sepas, las cosas jamás volverán a ser como antes, porque mi mejor amigo está muerto. No quiero tu ayuda, no tengo ningún problema. Si no puedes aceptarme como soy, entonces ahí tienes la puerta. Te sugiero que la uses.

-Chanyeol, no te estoy atacand…

Se encerró en su habitación dando un portazo tan fuerte que una de las fotografías enmarcadas en la pared se cayó y se hizo añicos contra el suelo, y junto a ella quedó destrozado también el corazón de Baekhyun.

* * *

Chanyeol se negó a salir de su cuarto durante el resto de la tarde, sin importar cuántas veces Baekhyun llamara a la puerta, le rogara o se disculpara.

-Déjalo -dijo una voz tras él: Kai había emergido del santuario que era su dormitorio y se hallaba sentado en el sofá, mirándolo-. A veces le dan esos ataques; probablemente no sea más que un producto del cansancio. Ya se le pasará cuando duerma un poco.

Baekhyun suspiró con tristeza.

-Me esfuerzo tanto por hacerlo feliz, Kai, de verdad que sí, pero ya no sé qué más hacer. Realmente se me están acabando las ideas…

Lucía tan exhausto y decaído que Kai sintió una punzada de conmiseración por él.

-Lo sé -respondió con suavidad-, sé que lo intentas. Solo tienes que darle tiempo.

Baekhyun asintió. Hizo ademán de irse pero luego se detuvo. Tomó un trozo de papel y un bolígrafo que estaban ociosos sobre la encimera, garabateó una nota y la deslizó cuidadosamente bajo la puerta del cuarto de Chanyeol.

-Nos vemos pronto. Cuídalo por mí -dijo, dedicándole a Kai una sonrisa débil mientras se marchaba del apartamento.

* * *

A la mañana siguiente, Chanyeol se despertó gimoteando por su última pesadilla, sólo para encontrarse con que, por una vez, su cama se hallaba fría y vacía. Al recordar lo sucedido la noche anterior, se sentó y notó un trozo de papel doblado cerca de la puerta.

Sintiendo una creciente preocupación, lo recogió y lo abrió. Estaba lleno de la distintiva caligrafía cursiva de Baekhyun.

Lamento mucho si te ofendí. Contrario a lo que puedas pensar, no creo que necesites ayuda porque estés demente. Creo que la necesitas porque el trauma está apoderándose de tu vida, y no quiero que tengas que pasar por esto tú solo. Y por favor, ya deja de mortificarte por el tema del sexo. Ahora mismo, nada importa más que tu bienestar.

Creo que lo mejor será que nos dejemos de ver por un tiempo, un par de días nada más. Regresaré pronto, así que no te preocupes. Si en verdad me necesitas, sea cuando sea, todo lo que tienes que hacer es llamarme e iré tan pronto como pueda. Te lo prometo.

Me mata verte permanentemente tan agotado y enfermo. Sé lo duro que es esto para ti, y sin embargo jamás sabré cuánto estás sufriendo realmente. El hecho de que yo no pueda protegerte de eso es lo que más me duele. Me siento tan inútil. Si pudiera soportarlo por ti, lo haría.

Todo lo que puedo hacer es esperar y rezar para que las cosas mejoren pronto… por TU bien, ¡al diablo con el mío! Extraño la inmensa vitalidad que alguna vez tuviste. La extraño tanto, Chanyeol. Últimamente ya hace tiempo que desapareció.
Las lágrimas comenzaron a caer hacia el papel, haciendo que la tinta se corriese, y fue entonces cuando Chanyeol supo qué era lo que tenía que hacer.

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