A continuación reproduzco una coplilla que se cantaba en el siglo XIX dedicada al marido de Isabel II

Paquito el natillas
es de pastaflora
y orina en cuclillas
como una señora.

A pesar de que este poema no lo he terminado he decidido publicarlo porque ultimamente me cuesta escribir. Cuando lo termine lo publicaré entero.

Poetas depresivos y deprimentes;

de tinta maldita,

de borrones en el papel.

¡Cuantas alabanzas misericordes

a vuestra obra suicida!

Seré un mediocre poeta

Pero sé cosas que vosotros no sabéis.

Os equivocasteis ( Read more... )

Picasso es violento.
La otra noche me lo encontré en una taberna
y Pablo estaba teriblemente borracho.

Estaba sentado junto a un hombre en silla de ruedas.

El hombre levanto su mano derecha (saludo fascista)
y Picasso la emprendió a golpes con él.
¿Qué hace SEÑOR? le gritó el camarero.
Entre tres hombre intentamos sujetarlo,
pero Picasso es un hombre ( Read more... )

Renuncio a las medidas perfectas
A lo políticamente correcto
Y a las alergias de la primavera

Mañana cuando salga a la calle
Seré otro hombre
Tan igual y tan diferente como el resto de los hombres

Quedáis todos advertidos
Así que si mañana no os saludo

Es porque no os reconozco

Si me veis luchando contra la nada
O contra un todo inabarcable
Al límite de mis fuerzas
Aún estaré lúcido

Así que no me aviséis de antemano
Porque se lo que hago,
Por una vez.

Y cuando me veáis en el suelo y sólo,
sin fuerzas y moribundo
os pido por favor
que no me digáis: “ya te lo advertimos”

Ayer por la mañana maté a un pájaro.
Me arrepentí y la emprendí con un gato.
No me sentí mejor y para remediarlo
disparé a un perro.

No sirvió para nada,
por eso, maté a un hombre.

Y de ésta manera, quedé en paz con todos ellos.