Hoy me he sorprendido mirándole el escote a una chica en el autobús. Me alegro porque, la verdad, últimamente tengo el radar competamente apagado y la época del año no lo merece. Pero reconozco que ha sido sin querer, cosas de estar de pie en el autobús, tener el ángulo adecuado, que la chica lleve un colgante de plata en el amplio escote y que
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2. He de reconocer que cada vez que hablo con una tía estando de pie (o casi siempre) le miro el escote. No es algo lascivo, es simplemente una cuestión de angulo. Desde mi posición privilegiada le miro a la cara y las tetas están en línea.
3. Tú eres tonto.
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