[baby_bang_es]El diablo que nunca conociste...Parte 4

Jul 02, 2012 19:21

Parte 4

-¿No estas emocionado Sam? ¡Nuestra primera clase de debate!-exclamó Jessica emocionada, a lo que Sam simplemente rio.-¡Nuestro primer paso a ser abogados Sam!-

-Hey contrólate, es solo una clase Jess.-le contestó en voz baja Sam, el profesor aun no llegaba y Jessica parecía demasiado impaciente así que con su “gran” voz se estaba ganando la mirada de los otros estudiantes, y no era un secreto que a Sam le gustaba pasar desapercibido.

Jessica simplemente suspiró.-Aw, la pasión del debate Sam, eso es lo que necesita un real abogado ¿Dónde está tu espíritu?-

Sam simplemente bufó divertido.-En la cama, nos levantamos temprano para llegar antes y resulta que el profesor aun no llega, vaya patán.-

-Quejón.-le respondió Jessica casi al instante y le sacó la lengua. Solo entonces Sam se dio cuenta de lo parecida que Jessica era a Dean en su personalidad, infantil, algunas veces molesta pero agradable al fin y al cabo. De todas formas despejó ese pensamiento al instante, no quería recordar algo así.

No en Stanford.

-Su compañera tiene razón señor Winchester ¿Qué haría un buen abogado sin la pasión al argumentar? ¿Dónde está el espíritu?-dijo una voz animada pero ácida al mismo tiempo. Sam casi se volteó por instinto y vio como un hombre un poco más bajo que él y cabello crespo rubio pasaba a su lado, vestía muy bien.-Siento el retraso, clase, tenía asuntos que atender.-dijo mientras sacaba una llave de su pantalón y abría la puerta.

La gran mayoría de los estudiantes simplemente se quejaron en voz baja porque nadie quería tener problemas con un profesor, bueno cualquiera que tuviera sano juicio. Sam era distinto, estaba demasiado acostumbrado a quejarse por todo.-Vamos vamos, adelante.-dijo y los estudiantes fueron entrando uno tras otro.

Sam simplemente le miro algo extrañado pero no respondió ¿Cómo era que sabía su nombre? Así que simplemente se dejo guiar por Jessica hasta los asientos de atrás, para llamar menos la atención.-¿No crees que es guapo?-le preguntó con una sonrisa divertida mientras el profesor comenzaba a escribir en la pizarra con un pedazo de tiza.

Sam giró su mirada hasta la chica.-¿En serio Jess?-

Jessica simplemente rió, llevándose la punta del lápiz a su labio inferior.-Vale, que es profesor y todo eso pero…¿Cuántos años debe tener? Está muy bien cuidado.-le dijo sonriente.

Oh y Sam sabía leer expresiones, porque podía entender que con “Bien cuidado” Jessica se refería al trasero del profesor, principalmente porque estaba apuntando hacía él con el lápiz.-Supongo.-fue lo que le respondió.

Jessica iba a responder cuando la voz del profesor le cortó.

-Mi nombre es Luke, no daré apellidos porque luego se ponen a buscarme en google y a investigarme, vendrán a acosarme y blablablá…Ya se saben el resto de la historia.-con aquello se ganó una risa por parte de los estudiantes, incluido Sam. El hombre sonrió y se sentó sobre su escritorio, cruzando sus piernas.-Seré su profesor de debate y es posible que más de la mitad de ustedes tenga que repetir mi clase o se cambie de profesor antes de final de mes pero espero nos llevemos bien ¿Vale?-preguntó a lo que nadie respondió.

Sam se había preparado mentalmente para la universidad y a pesar de que llevaba un poco más de una semana había conseguido adaptarse bien, compartía departamento con Jessica, ya había conseguido algunos amigos y la gran mayoría de las clases le habían gustado, no todos los profesores eran divertidos o simpáticos pero sí muy exigentes.

Hasta que se topó con el profesor de debates.

Al principio Sam piensa que simplemente es pura casualidad, que Luke le pregunte las preguntas más difíciles y los temas más controversiales o le pida alguna que otra conclusión sobre el tema hablado al final de la clase (que dura una hora y media por lo que TIENE que estar atento) pero no es como si lo hubiera adivinado de un momento a otro. Al principio Sam está demasiado ocupado tomando apuntes de la pizarra que  presando atención a la voz de sus compañeros o a la de su profesor por eso cuando Luke le preguntó cuando solo quedaban cinco minutos para el receso Sam no supo que responder.

-¿Entonces podemos concluir que la existencia de una necesidad para la igualdad femenina ya desencadena un problema con los hombres y por lo tanto es irreal en el plano practico?-habló en voz alta, antes de posar sus ojos sobre Sam al fondo de la habitación.-¿Tu qué crees Sam?-

Y Sam se queda mirándole unos cuantos segundos, claramente atontando.-Eh…¿Supongo?-

Lucifer asiente con lentitud, haciendo una pequeña mueca.-Buena respuesta.-le contesta y Sam solo quiere que la tierra se lo trague.

Sucede dos veces más y entonces Sam  empieza a desarrollar su habilidad para escuchar, prestar atención y tomar apuntes a la vez. Cosa que solo hace en su clase de debate porque aparentemente, ningún otro profesor de las otras clases le presta tanta atención.

¿Es que el profesor de debates tiene alguna cosa en contra de él?

Tampoco se las arregla para saber como es que Luke solo recuerda específicamente su nombre, porque a Jessica ya le ha dicho Stacy, Kattie, Jazz menos su real nombre ¿Y a él? Sam, siempre Sam.

Y es particularmente en cierta clase donde Sam empieza a notar algo sumamente extraño y que tal vez, no es tan paranoico como él creía.

-Solo tienes que esta frase Sam, darle un mayor desarrollo.-le dice, y Sam puede jurar que siente el aliento caliente del hombre  sobre su oreja.-¿La ves?-

-S...Sí.-

No es que Sam realmente lo escuche, es simplemente que es sumamente distractor y se siente invadido por tal grado de intimidad ¡Joder que están en medio de la clase!-Tienes buenas ideas, solo esfuérzate en desarrollaras un poquito más.-le dice esta vez más cerca a su oído y ríe ligeramente, girándose hasta el resto de la clase.-Veamos ¡Tú! -dijo, apuntando a un chico delante de Sam.-¡Mickey Donald veamos lo que escribiste!-

Cuando la clase termina ,Sam  está hablando con Jessica sobre el examen de esta mañana mientras se dirigen a la salida de la clase para ir almorzar y luego a  la siguiente cuando el profesor Luke los detiene abruptamente.-Oh Minnie, solo quiero tener una palabra con Sam.-

-Es Jessica señor.-le corrige a lo que Luke rueda sus ojos.

-Sí sí… Jessica ¿Por favor?-le dice

Jessica simplemente asiente y le dirige una mirada a su amigo.-Te espero afuera.-Sam asiente y Jessica sale de la clase, cerrando la puerta tras ella.

El profesor suspira, apartándose un tanto de Sam  y dirigiéndose hasta su escritorio. Sam simplemente le sigue con la mirada, intrigado.

-¿Señor?

Lucifer sonríe placenteramente, haciendo una pequeña mueca.-Oh dilo de nuevo, por favor.-le pide mientras abre un cajón y busca algo dentro de este.

Sam arruga su entrecejo, sin saber muy bien que está pasando ¿Es un pervertido o qué? No es que sea el hombre más hermoso o guapo que haya visto, Sam podría jurar que al menos debe tener unos diez años más que él, su pelo crespo rubio le hace juego con la mirada pícara que tiene pero…Su personalidad es simplemente….

Aterrorizante. Horrible. Espeluznante.

-Señor.-repite en voz suave.

Lucifer sonríe aun más y saca un montón de hojas del cajón.-Oh, eres simplemente adorable. En serio.-le dice.

Y entonces Sam sí que se pone nervioso.

-Perdón pero de que quiere hablar conmigo…Tengo clases.-es una mentira, bueno en parte. Porque tiene clases dentro de dos horas más.

-Oh sí, claro disculpa.-le contesta aun sonriente y se acerca a él, con el montón de hojas en sus manos.-¿Te parece familiar? Lo escribiste tú.-

Sam asintió, sí efectivamente porque esas eran las hojas de su cuaderno.-Sí.-

-Es bueno Sam, tienes talento para esta clase de cosas.-le dice con suavidad.-Pero creo que seria bueno que tomaras unas clases extra, para que así las demás clases te sean más fácil el y no tengas que hacer recuperación en algunos exámenes. Ya viste como cada vez hay menos estudiantes en clase…Y no quieres perder esa beca ¿No?-

Diablos que sí, porque Sam podría jurar que su mano no paró de escribir durante dos horas durante el examen de introducción. Este hombre era el diablo con lo que respectaba a hacer preguntas difíciles y enredadas.

-¿Clases extra?-

Luke ladeó un poco su cabeza.-En la tarde, dos veces a la semana. Se supone que son sesiones privadas, ya sabes. Solo tú y yo, profesor y alumno.-

Si Sam no estuviera tan jodidamente nervioso rechazaría el ofrecimiento, por qué es inteligente y lo sabe. No necesita “clases extra” para pasar sus exámenes pero al contrario, este demonio de cabello rubio y profundos ojos azules simplemente lo descoloca, y hace que se comporte como un idiota.

-Seguro, gracias profesor.-



-¡Vale eso no es justo!-exclama Sam estampando un pie contra el suelo.-¡Es acoso sexual! ¡Como esperas a que él dijera que no!-

Lucifer rodo su mirada.-Oh no seas así Sammy. Dijiste que sí porque querías decirlo, en el fondo esto del profesor y alumno te gusta. Admítelo.-

Sam roda su mirada, tratando de contenerse…Es que simplemente no puede, hay algo en Lucifer que hace que estalle.-De todas formas ¿Por qué estoy viendo esto ¿Otra realidad donde somos dulces y bonitos esposos?-

-¿No querías saber por qué te enamoraste de mi en ese mundo? Pues ahí lo tienes, solo tienes que figurártelo todo Sam. Este es el pasado de aquel mundo que visitaste-

Sam le mira duramente, suspirando.-Quiero volver al bar, con Dean ¿Cómo me voy de aquí?-

Lucifer se encogió de hombros.-Ni idea, yo no se abrir y cerrar estás puertas. Supongo que en algún momento se abrirán y podrás volver….-

-Joder.-murmuró Sam con molestia.-Esto tiene que ser una broma.-

Lucifer elevó una ceja, sin parecer muy sorprendido.-¿Tanto te cuesta aceptar que te quiero y me gusta que terminemos juntos en un mundo donde las cosas sean mejores para nosotros? Para ti sobretodo. Sé lo mucho que odias la vida que estás viviendo al otro lado. Aun cuando tienes a Dean a tu lado.-

-Arruinaste mi vida ¿Cómo esperas que te quiera? Me torturaste cien años y me dejaste tirado en la jaula.-espetó Sam con rapidez.-Eres un puto cobarde Lucifer. Jamás podría amar a alguien como tu.-

Sin embargo, ninguna de esas palabras pareció herir a Lucifer.

-¿Si me disculpo me perdonaras y me darás un beso? Incluso podría cantarte si es lo que quieres.-le ofreció Lucifer y al parecer la oferta iba bien en serio.-Un solo beso…-

Sam simplemente sacudió su cabeza.-No, vete a la mierda.-

Lucifer fingió un puchero, aparentemente lastimado por las palabras del humano.-Eres tan frío conmigo.-dijo apenado antes de sonreír.-En fin ¿Quieres seguir viendo lo que pasó o prefieres seguir hablando de nuestros sentimientos?-

Sam simplemente suspiró.



Sam se pasa el resto de los siguientes días tratando de averiguar un poco acerca de este profesor, no consigue su apellido.  De hecho nadie lo conocía, solo el decano y Sam no está dispuesto a interrogar al decano por un estúpido apellido.

Lo que sí descubre es que el profesor Luke sí tiene sus años en Stanford como docente e incluso descubre más cosas, cosas que pueden ser resumidas en una sola frase.

-Es el puto demonio con una corbata de diseñador.-le contesta Eric, un estudiante dos años mayor que él.

-¿Perdón? -pregunta sin entender Sam. Eric se queda mirándolo complicado, como si no estuviera seguro de que decirle.

Eric se acerca lentamente hasta é.l-Mira yo no sé realmente esto, apenas tuve dos clases con él me cambie con Moore, ella es más amable y algo estúpida.-le dice en voz baja.-Pero una amiga hace un año le ofreció eso de clases privadas y ella dice que...Bueno ya sabes, que hicieron ese tipo de cosas.-

-Estas bromeando…-

Eric sacudió su cabeza.-No hombre, es en serio. Nadie lo dice pero todos saben que el profesor Luke se tira a todo el que le parezca atractivo, claro nadie dice nada porque…¿En serio? ¿Tirarte al profesor de debate? Es como un secreto a voces, nadie tiene pruebas ni nadie se atreve acusarlo.-

Y Sam no termina de creerlo porque sí, tal vez el profesor de debates sea algo espeluznante con su risa medio demoniaca y sus sonrisas sugerentes pero ¿Acostarse con estudiantes? La verdad es que Sam no puede creerlo.

-¿Y por qué preguntas por él a todo esto?-le pregunta con  curiosidad Eric. Sam hace una mueca.

-Bueno me ofreció clases privadas con él y…-

Eric abrió sus ojos como platos.-Oh joder ¿Aceptaste?-

Sam se encogió de hombros.-Hey puede que no sea verdad, además unos cuantos tips nunca están de más ¿No?-

-Oh Sam…-

-¡Un momento!-exclama Sam, deteniendo la escena. Todo se vuelve blanco y negro y entonces Lucifer aparece frente a él, con una expresión cansada en su rostro.

-¿Sam?-

-Obviamente el tipo este…Tú o lo que sea,  se tira a cualquier cosa que pase por delante. Dudo que yo terminara enamorándome de alguien así.-

Lucifer parpadeó.-¿Y tu punto es Sammy?-

-¡Qué es una mentira! ¡Mentiste! ¿Cómo íbamos a acabar juntos?  Problema resuelto, ahora quiero volver a mi mundo, por favor.-

Lucifer asintió levemente, jugando con la planta de sus pies.-Nada.-

Sam suspiró.-Joder.-

-Sam porque no simplemente terminas de ver la historia. Tal vez te sorprendas.-le dijo Lucifer caminando hasta él sin embargo Sam dio un paso hacía atrás.

-¡Es que es inconcebible!-exclamó llevándose sus manos a su cabeza.-¡Es imposible que te quiera porque eres el peor monstruo en la historia de la humanidad! Eres…Eres Lucifer, el maldito que quiso destruir el mundo.-

-Sam….-

-¡Un maldito monstruo! No puede ser posible.-

Lucifer se queda viéndole por unos cuantos segundos y es entonces cuando Sam por fin se tranquiliza y se detiene a mirarle, se ve diferente. Sus ojos dicen algo diferente.-Simplemente sigamos viendo esto ¿Vale?-

Sam simplemente suspiró.

-¡Es solo una clase! No puede ser tan malo Eric…-

Eric simplemente suspiró.-No se amigó, solo no dejes que te embauque, es Lucifer en persona.-

Esa misma tarde, antes de su clase con Luke aprende que a su profesor de debate le tienen un apodo que le viene justo a la medida: Lucifer. No ha preguntando a los de cursos mayores pero lo sabe, que sus exámenes son asquerosamente difíciles y su actitud es simplemente espeluznante. Podría jurar que incluso los  demás profesores se sienten intimidados con su presencia.

Así que estar uno a uno junto a él…No es nada cómodo, no puede serlo.

-¿Sam estas prestando atención?-pregunta Luke con suavidad, posando su mirada en él y solo entonces Sam cae que ha estada demasiado perdido observando ciertas…Cosas.

Porque por alguna extraña razón Sam no puede dejar de pensar en que ese tipo se ve asquerosamente guapo con esa chaqueta semi formal y esa camisa azul. Oh Dios…Está tan jodido. Además de nervioso por estar solo en la habitación con ese hombre.

-Sí, claro que sí profesor.-asiente Sam abriendo sus ojos notablemente, Dean siempre se compadecía de él cuando le ponía esa mirada. Tal vez  su profesor también.

Y al  contrario de como espera, Luke simplemente eleva una ceja.-Solo llevamos veinte minutos Sam, vamos concéntrate un poco.-le dice volviendo a la pizarra.

-Okay ¿Podemos hacer una cosa?.-

Lucifer suspira cansadamente.-¿Qué cosa Sammy? Estás tan caprichoso últimamente, me dejas disfrutar nuestra película…-

-¿Dejemos de llamarle Luke? ¿Bien?-pidió aunque sonaba más como una exigencia.-Digo, todos sabemos que es él diablo en persona, no nos hagamos los idiotas…Tú eres él, así que no jodas tratando de cambiar esto a tu favor.-le dijo Sam a lo que Lucifer simplemente rio entre dientes.

-Lo dices como si estuviera tratando de maquinar algo contra ti pero vale. Como quieras, será Lucifer entonces.-se encogió de hombros con gracia.-Somos la misma persona después de todo.-contestó y entonces afiló su mirada un poco sobre Sam.-Sabes lo que significa eso ¿No?-

Sam rodo su mirada con molestia, sabiendo a lo que Lucifer se refería. Porque él no era estúpido, ese Sam. Aquel sentando en ese asiento fingiendo que estaba ahí por las razones correctas era él.

Porque tal vez las realidades fueran diferentes pero él había vivido cada segundo de ese Sam, sus experiencias, sus horas sentando en el escritorio estudiando. Como se sentaba en el sofá cada martes para releer la última novela de Harry Potter porque J.K Rowling aun no se animaba a publicar las demás. No sabía por qué pero lo vivía, lo vivía todo. ¿A Lucifer le pasaría igual?

Y aunque no lo dijera, aunque no lo aceptara. El sentimiento estaba allí, plantando dentro de su corazón tan fuertemente arraigado que no estaba seguro si podría dejarlo morir a paso lento.

Un segundo después, todo se coloró nuevamente.

Luego de aquel llamado de atención Sam se concentró en la pizarra, Lucifer solo le estaba introduciendo las mejores formas para desenvolverse ante una audiencia, un juez y una tribuna. Minutos más tarde le enseñó gestos y posturas, cosas que de hecho le ayudaron bastante para entender como proyectar ideas a las personas. Y se sentía bien aprender, se sentía bien saber que estaba adelantando cosas que luego le servirían.

Y se sintió realmente agradecido, ni siquiera se dio cuenta cuando ya eran las sietes y la clase había terminado.

-Bueno y eso es todo por hoy.-dijo finalmente Lucifer con una pequeña sonrisa. Sam simplemente hizo una última anotación en su cuaderno de apuntes y asintió, levantándose de su asiento. Por alguna razón se sentía sumamente nervioso, tanto que sus manos empezaban a sudar.

-Gracias.-le dijo aunque Sam no sabía bien porque lo había dicho, simplemente sentía que debía darlas.

Lucifer elevó una ceja, parecía divertido.-¿Gracias qué?-

Sam se quedó mirándole unos segundos, sin saber que era lo que buscaba que dijese.-Gracias profe...Señor.-se corrigió.-Aprendí mucho hoy.-

-Oh ¿En serio? Eso es todo lo que buscaba-dice Lucifer, sonriendo y acercándose a Sam, acercándose demasiado. A una cercanía demasiado intima. Una que solo hace que Sam se ponga más nervioso.-¿Por qué tan nervioso Sam? ¿Te hago sentir incomodo?-le preguntó. Y obviamente está jugando con él.

Porque hasta un ciego con serios problemas de entendimiento emocional podría notar lo nervioso que está Sam en ese  momento. Sam traga saliva, incomodo y da un paso hacía atrás, chocando contra el borde de su asiento.-Yo…-murmura y Lucifer simplemente se acerca más, plantando una de sus piernas entre las de Sam.

-¿Estás nervioso sobre esto?-vuelve a preguntar, frotando su piernas contra el muslo de Sam, sin dejar de mirarle ni por un segundo.

Y Sam cree que puede, jura que puede plantarle cara al diablo. Acomoda su cuaderno entre las manos, en señal de compostura.-S...Sí.-suelta incómodamente.-He escuchado sobre su reputación…-

Lucifer acerca su rostro un poco más al de Sam, lo suficientemente para estar a unos cuantos centímetros del rostro de Sam. Parece divertido, como si el nerviosismo de Sam le entretuviese.-¿En serio? ¿Y que dice mi reputación?-

-Que tiene sexo con estudiantes…Hombre y mujeres.-responde Sam tratando de sonar más seguro, más fuerte. Porque para entonces ya puede sentir la erección entre los pantalones de Lucifer. Y sabe que lo que está pasando, es acoso sexual.

Y no va a dejarse a intimidar. Es un hombre después de todo.

Lucifer le mira curioso.-¿Eso dicen? Tengo que decir que me sorprende un poco.-pregunta con suavidad ante de bajar sus labios hasta el cuello de Sam, dejando pequeños trazos de besos en su piel.-Considerando que nunca he hecho algo así.-

-¿Qué?-pregunta Sam sorprendido, tratando de separarse de Lucifer pero el hombre simplemente no le deja.

Lucifer eleva su rostro, sonriente.-Sam tengo que decirte que he hecho cosas, muchas cosas si me entiendes.-le dice moviendo sus labios con mucha lentitud, como si estuviese intentando seducirle.-Pero jamás he tenido sexo con estudiantes …Claro que…Tú eres una excepción.-

Sam simplemente no sabe que decirle, ni siquiera como mirarle.

-¿Se me han insinuado bastante sabes? Pero nah, son muy fáciles ¿Pero tú Sam?-le dice relamiéndose los labios, oh y Sam sabe que está en problemas.-Te follaría desesperadamente, eres tan adorable y lindo. Desde el primer momento en que te vi supe que sería delicioso tenerte sobre mi escritorio, gritando mi nombre una y otra vez.-

El cuaderno de Sam cae pero ninguno de los dos lo recoge.

Y Sam no puede responder porque nuevamente su profesor de debates está restregando su erección contra la suya, porque Sam tiene que admitirlo, está caliente y algo tiene que ver con que su profesor tenga una lengua tan sucia para hablarle.-¿Estás caliente por mi Sam?-pregunta Lucifer aunque sabe perfectamente la respuesta.-Apuesto que tiene una cosa muy bonita entre tus pantalones solo para mi Sammy.-

Lucifer baja una mano hasta el bulto entre los pantalones de Sam, acariciándolo suavemente y Sam no puede evitar cerrar sus ojos, pensando que cada parte de su piel está sumamente caliente y que solamente quiere que Lucifer destroce sus jeans y lo folle contra el escritorio. Pero le aterra aceptar que ese pensamiento le agrada.

-No…No soy tan fácil.-se las arregla para decir con apenas un hilo de voz.

Y entonces Lucifer ríe entre dientes, dejando de tocar a Sam por un segundo y le mira.-¿En serio estas tratando de jugar esa carta contra mi Sam? No nos hagamos los tontos…-

No puede responder porque Lucifer planta su boca nuevamente contra su cuello, lamiendo su piel, recorriéndole y sus ojos se cierra. Se siente tan jodidamente bien, es entonces cuando siente como unos fríos y largos dedos comienzan a colarse por debajo de su camisa, tocando su estomago, su pectorales. Todo.-Quítate la camisa Sam, vamos.-le susurra dando otra lamida con su lengua.

Es por aquellas palabras, por la forma sucia en la que Lucifer le habla y por el estremecimiento que siente en su piel que por fin reacciona y algo de razón le atraviesa por todo el cuerpo.-No, no puedo hacer esto.-dice empujando a Lucifer bruscamente.-No vamos a tener sexo.-

Y simplemente sonríe, Sam se pregunta si este hombre sabrá alguna otra expresión que usar.-Vamos Sam, deja de mentirte. Te caliento ¿Crees que no lo noto?-le dice con suavidad dando un paso hacia adelante.-Sé cuando me mienten Sammy, y tu estas mintiendo.-

Sam no sabe por qué deja que Lucifer se acerqué ni por qué deja que desabroche sus jeans y comience a manosearlo con su mano de una forma tan sucia, tan sucia y lasciva. Menos sabe por qué deja que Lucifer le quite su camisa y comience a besarlo desesperadamente, metiendo su lengua y tocando la suya.

Joder y se siente tan bien tan incorrectamente bien.

-Señor Luke….-murmura Sam con apenas un hilo de voz, al tiempo que Lucifer comienza a besar la parte inferior de su hombro, mientras sigue jugueteando con la polla de Sam.-Lucifer.-susurra.

Lucifer simplemente ríe.-¿Cuántos hombres has dejado que te toquen así Sam? Deben haber sido muchísimos.-sugiere, dando una larga y humedad lamida haciendo que Sam tenga que morderse el labio para no liberara un gemido.-Con este cuerpo que tienes.-

-Ninguno…Nadie.-se las arregla para responder con un hilo de voz. Es entonces cuando siente como la polla Lucifer simplemente se vuelve más dura, como una piedra.

-Oh, es como si te hubieran hecho en el cielo ¿Sabes?-

Y entonces Sam siente de golpe como Lucifer deja de manosear su miembro y lo atrae contra él, volviéndolo a besar, más desesperadamente, como si quisiera comérselo. Oh y Sam deja que su profesor se lo devore, porque le gusta. Le encanta.

Ya son las ocho de la noche y con ello el sol definitivamente desaparece, y con la noche también desaparece lo que resta de la camisa de Sam, sus jeans, sus zapatillas…Oh y su ropa interior. Y de un momento a otro por fin dejan de besarse, no sin antes de que Lucifer le sonría lascivamente.-Oh esto se va a poner tan bueno.-

Lucifer se quita su camisa azul, lanzándola al piso con el resto de la ropa de Sam y vuelve a su escritorio, lanzando de un solo manotazo todo lo que está sobre ella para dejarla despejada.-Ven aquí Sammy.-

Sam camina completamente desnudo solamente con sus calcetas blancas puestas,  hasta el diablo. Porque Sam está seguro que ese hombre rubio y de mirada azul, es el diablo. Tiene que serlo. Le besa, caliente, necesitado. Lucifer le deja y lo degusta mientras baja sus manos hasta las mejillas del trasero de Sam, acariciándolas, apretándolas entre sus manos duras.-Tan suaves…-murmura a lo que Sam no puede evitar solar un leve gemido.

Luego de unos segundos Lucifer por fin lo suelta un poco, no sin antes lanzarlo violentamente contra el escritorio y dejando que Sam se acomodara unos segundos. No tiene miedo, solo de la mirada predatoria que Lucifer le está dirigiendo.

-Prometo que seré gentil Sam, en serio.-le asegura y Sam sabe que es verdad, porque nunca ha escuchado a su profesor sonar tan gentil.  Abre sus piernas, dejando expuesto su dura polla, mojada por el líquido pre seminal.

Lucifer se desabrocha su cinturón y camina hasta el escritorio posicionándose cómodamente entre las piernas de Sam y plantando sus manos en el muslo de este, porque le gusta, le encanta sentir la piel de Sam en sus dedos y entonces vuelve a besar a su estudiante.

Sam simplemente ya no sabe que hacer, está demasiado hundido en ese tormentoso mar de placer que simplemente lo hunde cada vez más y más, y siente demasiadas cosas. Pequeñas ráfagas eléctricas recorriendo su piel, calor, deseo y necesidad a la misma vez. Entierra sus dedos en la espalda desnuda de Lucifer, aprisionándolo contra él.

-Te gustara, te lo prometo.-le dice Lucifer separando sus labios de los suyos.

Y follan, follan muchísimo y al principio duele  mucho y Sam no sabe porque está dándole algo tan preciado a un hombre que apenas conoce, solo sabe que quince minutos después, le encanta. Le encanta sentir la polla de Lucifer golpeando contra su próstata y definitivamente le gusta la forma en que Lucifer toca su pecho pero ¿Lo que más le gusta?

La forma en la que con cada embestida que Lucifer le da, el escritorio suena, vibra y entonces Sam sabe que la noche se hará muy larga para ambos.
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