Sumo, multiplico y sigo hacia delante. Cuento las horas que faltan para vernos y multiplico mi efusividad. Luego, cuando nos vemos y no nos besamos, mis ánimos se desvanecen y llego a la conclusión de que mi ecuación no tiene solución.
Con el sabor agridulce de mis recuerdos, recuerdo cuando te conocí. Cómo me impactaste. No sabes cuanto me has
(
Read more... )