Un día me enamoré de Pablo, un chico que era restaurador. O eso me dijo.
Yo pensé que iba a ser de estos enamoramientos que me duran un día y medio, o dos a lo sumo y si el chico tiene unos ojos bonitos. En realidad esto me pasa porque le llamo "enamorarme" a cualquier cosa, pero ya me entendeis. Este tenía unos ojos preciosos, además de guapísimo
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