Inglaterra, en venta
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Inglaterra, en venta
AlfredxArthur
FrancisxArthur
15 de Septiembre de 2009
Tuvieron que pasar dos horas, unos dos litros de té bien cargado con Whisky y mandar a Tony de regreso a Estados Unidos, para que Arthur pudiera tranquilizarse.
Ahora se encontraban en una habitación que era especialmente reservada para cuando el inglés se quedaba a dormir en el Palacio. El chico, al parecer todavía en estado de shock, se encontraba sentado en el borde de la cama, con la mirada perdida, los ojos hinchados y con una taza de té en las manos. Parecía que en cualquier momento se iba a echar a llorar, como siempre le sucedía cada vez que bebía de más.
Francia y América estaban ahí con él. Ninguno se había atrevido a hablar, ya que cada vez que habían tratado de decir algo, Arthur se ponía a balbucear y a chillar muy alto. Alfred, que lo veía un poco escépticamente, pensaba que estaba exagerando demasiado. Las ilusiones, al fin de cuentas, sólo las veía él, así que no se tragaba para nada el cuento de que Tony se había convertido en un asesino de hadas. Además, el término era completamente erróneo, dado que las hadas no existían y todo el drama era invento de Arthur, por la mala vibra que le tiraba a Tony.
Francis, por otro lado, había llegado a ver a todos los seres fantásticos alguna vez, así que sabía perfectamente que Arthur no estaba mintiendo, aunque también encontraba un poco exagerada su reacción. Aunque era una buena oportunidad para reconfortarlo con todo su amor, pensó.
-Mon cheri- habló suavemente el chico, acercándose al inglés que empezó a soltar pequeños hipidos- Creo que ya es hora de que duermas un poco- finalizó, tomándolo de la mano. Arthur se sobresaltó levemente, dirigiendo su mirada hacía el francés, que fingía una sonrisa llena de ternura y compresión. Estaba a punto de esbozar una sonrisa de agradecimiento cuando Alfred, gritando de emoción, se abalanzó sobre la cama y empezó a brinca encima del colchón, logrando que el pobre inglés rebotara hacía el piso, cayendo de boca y sin poder meter las manos.
-¡Idiota!- masculló Francis, mirándolo con enojo. Había arruinado su oportunidad de lograr que Arthur, por primera vez en su vida, no hubiera puesto pretexto alguno para que durmieran juntos. Y lo que le dolía era que por primera vez en toda su existencia, era enserio lo de sólo dormir.
Alfred, que seguía saltando, sólo le respondió con una sonrisita.
De repente, la atmosfera en la habitación se volvió pesada. Los dos chicos voltearon a ver al inglés, que en ese momento, al parecer, había recuperado un poco su lucidez. Los miraba con una mirada asesina y un aura especialmente maligna lo rodeaba.
América dejo de brincar y Francia se quedó helado.
-Malditos extranjeros…-masculló. Su voz sonaba pastosa, cosa que los relajó un poco, ya que eso significaba que seguía ebrio. Al parecer había dejado atrás su etapa de borracho melancólico para entrar de lleno a la de borracho enfurecido.- Al maldito wine bastard le ofrezco comida y termina insultándome- siguió, mirando a Francis. Su mirada se desplazó a Alfred, quien empezó a sudar frío- Y a ese a quien siempre le he dado todo, termina haciéndome lo mismo.
Francia miró con sorna a América. No había duda que Inglaterra estaba más enfadado con él.
-Les daré alojamiento por esta noche, pero mañana mismo los dos se tendrán que largar, o sino los voy a echar a patadas yo mismo- siguió el inglés, de modo cortante- síganme.
-No es necesario, Mon cheri-habló Francis, tratando de sonar educado y comprensible-Podemos llamar a alguien del servicio…-
-No que va-le espetó el inglés-. La última mucama que te atendió necesito tres años de terapia psicológica y ya nunca volvió a ser la misma, sabrá dios que cosa le hiciste, así que no quiero ningún problema con otra muchacha-
El chico salió de la habitación con paso torpe y lento para evitar caerse, cosa muy común estando ebrio. Francis y América lo siguieron a regañadientes.
Alfred tenía el entrecejo fruncido por culpa de lo que le había dicho Arthur. El inglés ni siquiera se había molestado en llamarlo por su nombre y sólo se había limitado a decirle “ese”. Además eso de que siempre terminaba haciéndole lo mismo le causo un extraño malestar en el pecho. Era como un sentimiento de culpa, y no pudo evitar pensar en aquel día lluvioso cuando dejo a Arthur llorando solo, después de declarar su independencia.
El chico estaba tan absortó en sus pensamientos que no se había fijado que los otros dos se habían detenido. Alfred chocó inevitablemente contra Francis, quien le soltó un bufido
-Fíjate-le espetó.
-Wine bastard, tú dormirás aquí- hablo el inglés, ignorando por completo a los otros dos, que empezaban a reprocharse mutuamente. La habitación se encontraba al fondo del pasillo donde se encontraba la de Arthur y, como cualquier otro cuarto, estaba bellamente decorado.
Francis no estaba nada contento de salir tan pronto de escena, así que al menos quería llevarse un poco de gloria. Se acercó al oído del inglés.
-Bonne nuit, Mon cheri- le susurró, besándole la mejilla. Arthur soltó un gruñido y cerró la puerta de un portazo apenas el francés había entrado. Inmediatamente después sacó una llave y dejo encerrado al pobre chico adentro.
-No es personal, Francis, no es personal- fue lo único que atinó a decir para ahogar los reclamos que venían del otro lado de la habitación.
Alfred se quedo con la boca abierta. Si a Francis, que no había hecho nada “malo”, lo había encerrado con llave, seguramente a él lo iban a mandar en un lugar bastante desagradable…Pero nunca se llegó a enterar en qué oscuro calabozo lo hubiera puesto a dormir, por que en ese mismo momento, un golpe sordo le indicó que el inglés había caído al piso de bruces, dormido como piedra.
-¿A-Arthur?-
Lo único que obtuvo como respuesta fue un sonoro ronquido.
-Caray, siempre es lo mismo contigo-
Sin ningún tipo de cuidado, agarró al chico por la parte de atrás del cuello de la camisa y lo levantó. Tomó uno de sus brazos y se lo paso por la parte de atrás del cuello, sujetándolo para que no se cayera de nuevo. Llevando al inglés a rastras, ambos regresaron a la habitación del chico, quien empezó a balbucear cosas sin sentido alguno.
Una vez dentro, Alfred dejó a Arthur sobre la cama, cuando se dio cuenta de un gran problema: el inglés estaba completamente vestido…y era terriblemente incómodo dormir con la ropa puesta. Así que haciendo todo uso de su buena voluntad, buscó un pijama dentro de los cajones de una cómoda y regreso con el inglés.
-Arthur, ponte este pijama-le habló, picándole una mejilla con el dedo: la única respuesta que obtuvo fue un manotazo, seguido de un gruñido que sonó a: “dé’ame e’as”
América soltó un bufido y siguiendo haciendo uso de su benevolente paciencia, comenzó a desabotonar la camisa del otro, después siguió con quitarle el cinturón y estuvo a punto de desabrochar el pantalón cuando una musiquita empezó a sonar, logrando que se llevara un susto de muerte.
El celular del inglés era el que había sonado desde la mesita de noche y como a él le encantaba estar siempre bien informado de todo (al fin de cuentas meter las narices en cualquier asunto que no fuera de su incumbencia era su especialidad) lo tomó sin chistar. Era un mensaje de texto.
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…
-Oh my God-
Si Arthur alguna vez llegaba a leer eso, seguro le daba una parálisis facial por el coraje, y conociendo lo exagerado que era, hasta llegaba a tener un derrame cerebral, así que para evitar ese tipo de desastres (y cumplir con su papel de héroe) borró el mensaje.
-¿Qué crees que estás haciendo?-
Alfred levantó la vista del celular y se encontró con la mirada de Arthur, que estaba más dormido que despierto, pero con un extraño brillo de furia en los ojos y Alfred pronto entendió que no se refería al hecho de haber tomado su celular. El inglés estaba a medio desvestir y aparte de él, no había nadie más en la habitación. Obviamente parecía que el americano había tomado provecho de las circunstancias.
-E-Espera un momento, no es lo que tú crees-
Pero no había tiempo para explicación alguna. Inglaterra le dio puñetazo tan fuerte que milagrosamente no le tumbó todos los dientes de enfrente. América cayó al piso, con lágrimas de dolor en los ojos. Si Arthur no estuviera borracho, le hubiera regresado el golpe con la misma intensidad, pero tenía que ser comprensivo y hacerse de la vista gorda. Un sonoro ronquido le indicó que el ojiverde se había quedado dormido de nuevo.
-Perfecto, sencillamente perfecto-
Sí a Arthur no le importaba dormir vestido, él ya no iba a meter las manos. Con la mejilla terriblemente adolorida, se puso de pie y camino de nuevo hacía la cama. Le quitó los zapatos al menor, movió las colchas a un lado y lo metió adentro.
Sin duda alguna, el inglés era un malagradecido de lo peor, pero al fin y al cabo él era un héroe que no podía ignorar a alguien necesitado de ayuda, aunque les respondieran de mala forma, reflexionó profundamente. Pero los héroes también necesitaban dormir y él ya tenía sueño.
Como Arthur estaba completamente impedido para darle una habitación y la cama era lo bastante grande para que cupieran dos personas a sus anchas, decidió dormir ahí mismo.
Tampoco tenía ni la más minima idea de dónde había quedado su equipaje, así que trato en vano de ponerse el pijama del inglés (Era muy pequeña y le apretaba) así que decidió quedarse sólo en ropa interior.
La cama era muy cómoda y la colcha era muy calientita, así que no tenía nada por qué quejarse. Arthur, a su lado derecho, dormía profundamente, aunque solía balbucear frases entrecortadas que no alcanzaba a entender, aunque hubiera jurado que había escuchado su nombre un par de veces. Soltó un suspiro y empezó a quedarse dormido lentamente.
Cerca de las tres de la madrugada, el frío comenzó a intensificarse. Alfred tembló ligeramente e inconscientemente se acerco a la única fuente de calor cercana: el cuerpo de Arthur. Como el inglés estaba más que acostumbrado a las bajas temperaturas, no tuvo problema alguno, sin embargo abrió los ojos como platos cuando sintió que alguien se acurrucaba en su pecho.
-¡¿Qué demonios?!-
La cabeza le dolía tanto que todo le daba vueltas y tenía la vista nublada. La resaca le estaba golpeando con todo lo que tenía. Trató de enfocar el bulto que se aferraba a su cuerpo y casi soltó un grito cuando identificó el mechoncito rubio que le hacía cosquillas en la barbilla: Alfred estaba profundamente dormido y parecía muy contento de estarlo abrazando. El primer impulso que tuvo fue empezar a golpearlo como loco y enseñarle de una maldita vez que no podía hacer todo lo que se le venía en gana y que de alguna forma, así podía vengar a sus pobres amigas…pero se contuvo. Tal vez ya no podía hacer nada con respecto al asesinato masivo que había cometido Tony, pero una opresión injustamente se formaba en su pecho y crecía sin medida hasta dificultarle por completo respirar, cuando era él quien hería a Alfred.
Se mordió el labio y prefirió seguir durmiendo que comenzar un pleito. Sin embargo no pudo contener una sonrisita cuando acomodó su brazo debajo del cuello del americano y éste aprovechó para acomodarse mejor y quedar firmemente abrazado del inglés.
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OMG ¿Quedaron saldadas mis cuentas pendientes con el yaoi? ¡Espero que sí! Oh gosh! En el próximo capitulo quedara decidido quien será el nuevo dueño de Inglaterra y me muero de los nervios por que aún no estoy muy segura, podría ser cualquiera…
¡Hoy es mi cumpleaños! *se avienta confeti* Aunque ya había terminado este capitulo desde hace uno días, ¡quise esperarme hasta hoy para celebrar esta fecha con todos ustedes! Dejo atrás la edad de Alfred (19 años) para envejecer y llegar paulatinamente a la de Arthur y luego a la de Francis y así sucesivamente XD!
Ah… y acerca de Tony…, dado que todo el mundo lo quería linchar y yo fui la culpable de eso, ahora le estoy dando refugio en mi casa, para reparar daños D:
Así que ahora duermo con miedo de que me vaya a hacer algo… >>Uu!
Espero les haya gustado y gracias por leer.
Por cierto, me llegaron unos doujinshis la semana pasada y he escaneado tres, así que los comparto con ustedes por que los quiero <3!
それは舞い散る桜のように (Al igual que la flor del cerezo cayendo)
Hakka Pink
PG- 13
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Bathroom
Top Secret
R-18
Japonés
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Nobody Knows
Top Secret
R-18
Japonés
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Me parece que esta demás esto, pero por favor no redistribuyan los scans en otros lados (Y si veo que alguien lo hace, juro que lo perseguire hasta darle una buena tunda). No sean tan bitches como para decir "Ay, esto es mío" y apañarse de los scans (o/y el arte de estas bellezas!) y proclamarlos como suyos.
No me hagan perder la fe en ustedes, por favor?!
..............Feliz cumpleaños México!