A veces creo que es una suerte ser como yo y que me gusten los días mustios viviendo donde vivo. Y quizá deba especificar y decir que me gustan los días mustios en verano, aunque creo que de esto ya hablé en alguna otra ocasión. Me gustan los días mustios porque nadie me va a mirar mal si me quedo en casa, y si además tengo que estudiar al menos no
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Ra
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En fin. Es duro. Hay momentos en que tengo Tanta vida social (bueno, para mí tanta es que mas de una persona quiera quedar conmigo) que me echo de menos. Ahora que me disfruto a cada momento (so-lo-pa-ra-mí) echo profundamente de menos tener vida social.
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Pero bueno, quizá el día uno vaya a Vigo por la tarde y te quiera ver (y me quieras dar 6 páginas...)
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Pero me quedo con la primavera, con esos días en los que hace la misma temperatura en casa que en la calle, y por la noche puedes dormir con mantita. Y se combinan con días lluviosos en los que huele a tierra.
Ah, gatos...seguro que para el día en que me independice y pueda comprar un gato ya no tendréis camadas :(
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