Deshazte de esas palabras que tanto quiero escuchar de tu boca. Pasealas por mis alrededores, déjalas tiradas por el suelo que piso, desperdicialas conmigo... Pero no te las guardes para cuando no las tengas, y yo no las eche en falta.
Cambios. Cambios y más cambios. La gente se encamina, parece que se dirige hacia sus objetivos. Y yo me siento estática, inmóvil, quieta. Igual. Victorias ajenas que me hacen pensar en mis derrotas. No me resulta sencillo asumirlas, sus victorias, mis derrotas. Mejor que me acueste pronto esta noche...