[exo fanfic trad] raise your expectations (3/7)

Dec 14, 2015 02:34



La pista de hielo está fría.

-Pues claro que está fría -dice Jongdae mientras se ata los patines, estirando con enfado los cordones enredados-. Es una pista. Hecha de hielo.

-Ahí está Chanyeol -dice Jongin, que ya está saliendo al hielo con gracilidad-. Joonmyun-hyung, ¡ciérnete sobre él!

-Yo no me cierno -se dice Joonmyun a sí mismo, observando cómo Chanyeol se inclina hacia delante para bromear con la chica del mostrador, mientras ella le busca un par de patines lo suficientemente grandes. Lleva un estúpido gorro peludo, con borreguillo por dentro y orejeras-. Yo solo...

-¿Prefieres el término acechar? -Jongdae se pone recto, mueve los pies en círculos para comprobar si están bien atados y vuelve a apoyarlos en el suelo con un suspiro-. Me pregunto si a Chanyeol se le dará bien patinar.

-Estás deseando que no sea así, ¿verdad? -dice Joonmyun, y Jongdae está vigilando el hielo, viendo cómo Jongin da vueltas por la pista sin esfuerzo alguno-. Pobre «skating machine» Jongdae...

-¡Fue de broma! -Jongdae se sonroja-. Y pasó hace tres años, ¡deja ya de echármelo en cara!

-El sonido de tu rabadilla contra el hielo no pareció ninguna broma, Jongdae -lo provoca Joonmyun, antes de dar un salto al notar una mano grande y cálida sobre su hombro.

-Chanyeol, Joonmyun se está metiendo conmigo -dice Jongdae, haciéndole ojitos.

-Me cuesta imaginarme a Joonmyun-hyung metiéndose con alguien -murmura Chanyeol, y su mano se desliza por el brazo de Joonmyun antes de separarse por completo-. Jongin, sin embargo... -Dice esta parte en voz más alta, porque Jongin ha salido del hielo y tiene un gesto de impaciencia en el rostro.

-¿Vamos a patinar o qué? -dice, apartándose el pelo de los ojos. Joonmyun se traga las ganas de recordarle que se lo tiene que cortar-. Ojalá hubiera venido Sehun.

-Novios -dice Jongdae, y Jongin pone los ojos en blanco.

-Adelantaos vosotros -dice Chanyeol, dándole un empujoncito en la espalda a Joonmyun mientras Jongdae se pone en pie con piernas temblorosas, y Joonmyun ya debería estar acostumbrado a la afición de Chanyeol por tocar-. Yo voy enseguida.

-Pero... -empieza a decir Joonmyun, pero Jongdae le hace un gesto para ir hacia la pista.

-Yo espero con Chanyeol -dice Jongdae-. Estoy seguro de que no me vendrá mal retrasar mi humillación unos pocos minutos más.

Joonmyun quiere protestar, pero en lugar de eso deja que Chanyeol lo empuje para ir con Jongin.

Los dos patinan despacio, para que Joonmyun caliente, mientras hablan del profesor de física de Jongin, de cómo Sehun había hecho explotar la cocina de su hasukjib otra vez la noche anterior intentando hacer palomitas. Joonmyun no para de lanzar miradas furtivas hacia Chanyeol y Jongdae. Jongdae está mirando al hielo como si fuera a morderle, y Chanyeol da botes a su lado, tan entusiasmado como siempre.

-Te comportas de forma muy rara con Chanyeol -dice Jongin-. Siempre estás mirándolo.

Aminora un poco, para ponerse al ritmo de Joonmyun, junto a él.

-Es torpe -dice Joonmyun-. ¿Y si se hace daño en el hielo?

-Ahora no está siendo nada torpe -responde Jongin, y es cierto. Joonmyun hunde más las manos en los bolsillos al ver las enormes manos de Chanyeol envolver las muñecas pequeñas y delgadas de Jongdae. Está patinando de espaldas, con una habilidad considerable, tirando de Jongdae con cuidado. Se están riendo de algo, y Jongdae no parece ni la mitad de nervioso que la última vez que todos habían venido a patinar el año pasado-. Pero no me refiero solo a hoy.

-Chanyeol es diferente -dice Joonmyun, y hasta eso es demasiado, así que evita que se le escapen más palabras de la boca-. Quiero decir...

Jongin parece incómodo.

-Hyung -dice, y Joonmyun se mira los pies, donde las cuchillas de sus patines van dejando cicatrices en el hielo-. Me he estado preguntando algo.

-¿El qué?

-Antes, cuando pensaba que te gustaba Sooyoung... -Jongin para de hablar, y Joonmyun suelta una risa incómoda.

-Ya te dije que no me gustaba.

-Ahora te creo -dice Jongin-. Puede que estuviera un poco desviado.

-¿Desviado? -Esto no va bien. La palabra «desviado» es otra de esas palabras con las que Joonmyun no quiere que lo asocien.

-Hyung, ¿eres...?

-¿Soy qué? -pregunta Joonmyun. Tiene las orejas heladas. Debería haberse puesto un gorro. Su cara, sin embargo, está ardiendo, y si tiembla no es por el helor del aire. La realidad de que Jongin pueda sospechar que...

-¡Eh! -dice Jongdae tras ellos, y se ríe cuando Chanyeol tira de él y los rebasa-. A Chanyeol se le da mil veces mejor esto que a vosotros. La próxima vez a lo mejor le dejo que me abrace y todo.

Los ojos de Jongdae están incendiados de placer al no estar su culo en contacto constante con el hielo, y la sonrisa de Chanyeol le ocupa toda la cara.

-Una pequeña victoria -dice Chanyeol-. Las aceptaré tal cual se presenten. -Su rostro se tuerce en una mueca de diversión-. ¿Qué os pasa?

-Joonmyun está sorprendido de que no estés comiendo hielo -dice Jongin, evitando la mirada de Joonmyun.

-No siempre soy torpe -dice Chanyeol con tono misterioso, y Joonmyun traga saliva y se adelanta.

-Sígueme si puedes -grita, y Jongdae chilla cuando Chanyeol tira de él más rápido y Jongin suelta una maldición e intenta seguirles el ritmo.

El tiempo vuela mientras juegan a pillarse. Chanyeol atrapa a Joonmyun una vez pasándole un brazo por la cintura, riéndose demasiado alto junto a su oído, y Joonmyun aprecia su calidez durante unos breves segundos antes de librarse de él para perseguir a Jongin e ignorar el calor que se arremolina en su estómago.

Jongdae se queda a un lado con un café para gritarle improperios a Jongin cada vez que se le pone a tiro hasta que todos salen de la pista, agotados y riendo.

-¿Podemos ir a comer algo? -gimotea Jongdae, y Chanyeol se saca el móvil del bolsillo.

-Aún me queda una hora para irme -dice Chanyeol. El gorro se le baja por la frente, y Joonmyun se muere de ganas de ponerlo recto.

Jongdae acaba tirando de la parte de atrás del gorro, revolviendo los rizos de Chanyeol, y éste levanta los dedos para arreglárselos. Debe de ser agradable, piensa Joonmyun, recordando cómo su corazón se había acelerado al notar la calidez del brazo de Chanyeol en su cintura; debe de ser agradable poder tomarse esos roces como lo que son y nada más.

Chanyeol se acerca hasta que sus codos se rozan, y pilla a Joonmyun por sorpresa.

-¿Seguro que estás bien? -susurra.

-¿Eh?

-Has estado distraído desde que Jongdae y yo hemos interrumpido tu conversación con Jongin. -Apoya la cabeza en el hombro de Joonmyun. El pelo de su gorro le hace cosquillas en la mejilla y en la mandíbula-. Me preguntaba si...

-No es nada, de verdad -dice Joonmyun.

-Pues sonríe -dice Chanyeol-. Me gusta mucho tu sonrisa, hyung.

Joonmyun le da unos toquecitos tímidos en la rodilla, y no se permite que se alarguen mucho.

-No tanto como a mí me gusta la tuya.

Acaban comprando salchichas de un tenderete de la calle. Jongdae y Chanyeol discuten sobre cuál de sus salchichas es más grande hasta que Jongin los interrumpe con un pícaro «la mía es más gruesa», y Joonmyun se limita a reír y comer.

-Tienes un poco de mostaza en... -dice Chanyeol, y levanta la mano para limpiársela con el pulgar, pero Joonmyun se aleja del alcance de los largos brazos de Chanyeol.

-Ya puedo yo -dice, y Chanyeol lo mira sorprendido durante unos instantes antes de encogerse de hombros y volver a comprobar su móvil.

-Debería irme ya -dice, despidiéndose de todos. Sus ojos sostienen la mirada de Joonmyun un momento, y después se aleja.

-Yo también tendría que irme -dice Jongin-. Pero como siempre, hoy ha estado muy bien. -Parece darse cuenta enseguida de que ha admitido que algo le gusta, y añade-: Tan bien como ir al dentista.

-No le diremos a nadie que puedes sentir felicidad, Jongin -dice Jongdae-. Tu secreto está a salvo con nosotros. -Jongin le hace un gesto irrespetuoso con la mano antes de marcharse hacia el metro, y deja a Jongdae y Joonmyun en el cruce-. ¿Preparado para ir a casa?

El móvil de Joonmyun suena. Es Chanyeol. «Me lo he pasado genial hoy», dice el mensaje, y a Joonmyun le late el corazón tan fuerte que está seguro de que Jongdae puede oírlo. «deberíamos repetirlo algún día. ❤ a lo mejor solo tú y yo?»

-Sí -dice Joonmyun, apagando el móvil-. Hace frío aquí.



-Venid a la fiesta de Navidad de mis padres -dice Baekhyun-. Chanyeol vendrá, de todas formas, pero vosotros también deberíais venir.

-¿Cuándo es? -pregunta Jongin.

-En Nochebuena. -Sonríe-. Hay que venir con ropa semiformal, y no os recomiendo que cojáis ningún coche.

-Suena interesante -dice Jongdae.

-Y lo que es mejor, los padres de Chanyeol no estarán -dice Baekhyun-. Se van de viaje y Chanyeol no ha querido ir con ellos.

-¿De viaje? -pregunta Jongin-. Lo dices como si fueran súper ricos.

-Um -dice Baekhyun-. ¿Desde luego que lo son? -Se encoge de hombros y centra su atención en su móvil-. ¿No sabes a qué se dedican?

-Chanyeol siempre es muy misterioso aquí -dice Jongdae, y de repente a Joonmyun le parece que sus cutículas son mucho más interesantes que la cara de Baekhyun.

-Ya veo -dice Baekhyun-. Bueno, si venís podréis conocer a algunos de nuestros amigos del instituto. Decid que sí.

-Sí -dice Jongdae, y Jongin enseguida se apunta también.

-Yo paso -dice Joonmyun.

-Él también irá -dice Jongdae-. Yo lo convenzo.

Más tarde, en casa, Jongdae le tiende la emboscada a Joonmyun justo cuando se está lavando los dientes.

-¿Por qué no quieres ir a la fiesta?

Tiene los brazos en jarras. Joonmyun se enjuaga la boca y se toma su tiempo para responder.

-No creo que vaya a encajar ahí -dice Joonmyun.

-¿Por qué no? Eres amigo de al menos seis personas que estarán allí. Baekhyun también se lo va a decir a Zitao, seguro, y Jongin llevará a Sehun. Baekhyun y Chanyeol y yo... ¿Por qué no ibas a encajar?

-Es... -Joonmyun se toquetea las patillas-. No espero que lo entiendas -dice-, pero siento que no encajo ni siquiera en días normales. Ponerme en una situación en la que estaré rodeado de gente que sabe lo que está haciendo con su vida o que no tiene preocupaciones como las mías es...

Jongdae niega con la cabeza.

-El dinero no es...

-No es solo por el dinero -dice Joonmyun, y agacha la mirada hacia el lavabo-. Es... por otras cosas. -Intenta sonreírle al espejo, pero no lo consigue y se gira para mirar a Jongdae-. No te preocupes.

-No te vas a morir por dejar que me preocupe por ti -dice Jongdae-. ¿Ves? Por esto necesitas una novia. Para que te saque estas cosas. Yo soy mucho más hablador después del sexo, a lo mejor tú también lo eres.

-Jongdae...

-Lo sé, lo sé. Nada de hacer de celestina. -Chasquea la lengua-. Cambiando de tema, ¿no tienes curiosidad sobre qué hace un niño rico trabajando en una tienda de yogur? No es que tenga un montón de tiempo libre.

Joonmyun sí que se lo pregunta.

-Tiene derecho a tener secretos -dice, y empieza a ponerse crema hidratante en las mejillas.



La historia de cómo acaban en una cabaña en el bosque la semana antes de Navidad empieza con la inesperada invitación de Chanyeol y acaba con la mirada incrédula de Joonmyun a la enorme casa de madera en mitad de la nada.

-Chanyeol -dice-. ¿Esta casa es de tu familia?

Chanyeol sale rápidamente del coche y Joonmyun del asiento del pasajero. («Ven en mi coche, hyung», le había dicho, y Joonmyun había obedecido, aunque Jongdae había subido en el coche de Baekhyun con Jongin, Zitao y Sehun.)

-Hmmm -dice Chanyeol-. No exactamente.

No da más detalles, y Joonmyun lo acompaña al maletero para coger sus bolsas.

-No me puedo creer que hayas conseguido que deje de trabajar tres días para venir a esta mansión abandonada en el bosque -dice Joonmyun-. Te das cuenta de que esto es exactamente igual que el principio de una película de terror, ¿no?

Chanyeol había mirado a Joonmyun a los ojos al preguntarle, y Joonmyun estaba demasiado ocupado intentando no derretirse para decir que no, así que aquí están. Cuando había llamado a su padre para decirle que iba a salir de la ciudad, el hombre parecía agradablemente sorprendido.

-Tienes el resto de tu vida para actuar como un viejo -le había dicho-. No va a pasar ningún desastre en estos tres días.

-No está abandonada -dice Chanyeol-. Hay un par de personas que viven aquí todo el año. Piensa en esto como en, no sé, una excursión para unirnos como compañeros de trabajo.

Joonmyun no ha estado en una reunión así desde su tercer año de carrera, pero la neblina del alcohol no le permite recordarla.

-Espero que esta reunión tenga un poco menos de alcohol que eso.

-No sé qué decirte -dice Chanyeol-. Puede ser difícil controlar a Baekhyun.

-Menuda sorpresa -replica Joonmyun.

-Relájate -dice Chanyeol, y se dirige a la puerta de la cabaña. El otro coche aún no ha llegado, así que solo están ellos y sus bolsas-. Solo son tres días, relájate. La tienda está cerrada así que no puede pasar nada allí. ¿Por qué tu cerebro sigue en Seúl?

Joonmyun se plantea hablarle a Chanyeol de su madre.

-Estoy relajado -contesta-. Vamos a entrar, hace frío.

Ryeowook está esperándolos dentro para enseñarles sus habitaciones. Es divertido, y claramente es viejo amigo de Chanyeol, por cómo charlan. Joonmyun espera que Chanyeol se quede atrás para seguir con la conversación, pero se pega a Joonmyun como un chicle, se tumba cuan largo es en la cama de Joonmyun y le hace preguntas sobre todo lo que se le ocurre.

-¿A qué se debe este interrogatorio?

-Quiero conocerte -dice Chanyeol-. Y apenas pasamos tiempo juntos, los dos solos.

Joonmyun acaba respondiendo preguntas sobre su uniforme de primaria y sus comidas preferidas, y Chanyeol le promete hacerle sopa de pescado algún día.

Cuando llegan los demás, la cabaña se llena de ruido y Joonmyun se olvida de estar preocupado para disfrutar del animado ambiente de esta pausa vacacional.



Joonmyun está preparando la cena cuando Jongin y Sehun entran en la cocina, abriendo todos los armarios hasta que encuentran las patatas fritas. Las ponen en un bol y tiran la bolsa a la encimera; las migas de patata se esparcen por todas partes y Joonmyun suspira.

Chanyeol levanta la cabeza de su libro al oírlo. Las gafas se le están deslizando por el puente de la nariz.

-No dejes eso ahí -le ordena a Jongin-. Estás dándole más trabajo a Joonmyun-hyung.

-No pasa nada, Chanyeol... -Joonmyun observa maravillado cómo Jongin coge la bolsa y recoge con cuidado las migas en la palma de la mano para tirarlas a la basura-. ¿Gracias, Jongin?

-Lo siento, hyung -dice Jongin, y Baekhyun se ríe mientras Jongdae suelta un silbido por lo bajo.

-Deberíamos empezar a llamar a Chanyeol «líder en la sombra» -dice Jongdae, y Jongin se cruza de brazos-. Mira cómo se enfada en nombre del líder.

-No lo he hecho por obedecer a Chanyeol -gruñe Jongin-. No quiero darle más trabajo a Joonmyun-hyung.

-Te lo agradezco -dice Joonmyun, y vuelve a cortar zanahorias.

-Adorable-hyung es el favorito de Chanyeol -dice Baekhyun, y Chanyeol le planta cara, persiguiéndolo fuera de la cocina mientras Joonmyun se centra en que los trozos sean iguales.

-Aww -dice Jongdae-. A Chanyeol le gustas tanto como él a ti. Qué adorable.

Joonmyun está seguro de que no es así, pero es un pensamiento agradable.

Chanyeol vuelve a la cocina, sin aliento y sonriente, y Joonmyun también se queda un poco sin aliento.

-¿Puedo ayudar? -pregunta, y Joonmyun le indica que separe las espinacas, porque para eso no hace falta ningún cuchillo.



Bien entrada la noche, cuando está solo, es cuando Joonmyun se permite pensar en las cosas que le gustan. Se acurruca en el sofá, y bajo la luz cálida de la lámpara, las páginas del libro son de un suave color crema.

Joonmyun le había leído la primera parte del libro a su madre, la semana pasada. La mujer no había podido mantenerse despierta durante la mayor parte, pero Joonmyun siguió leyendo de todas formas, dejando que su voz llenara la habitación de hospital hasta que se hizo el momento de marcharse. Le dio un beso en la frente y se puso el libro bajo el brazo.

-Serás un buen profesor algún día -dijo ella, sobresaltando a Joonmyun, y él le sonrió.

-Buenas noches, mamá.

Julio César acaba de nombrar a Augusto como su sucesor, pero Augusto aún tiene que luchar por el puesto. La historia es mejor que la ficción.

-¿Qué lees? -A Joonmyun casi se le cae el libro cuando oye la voz grave de Chanyeol.

-Nada -responde Joonmyun, metiéndolo debajo de uno de los cojines cuando Chanyeol se acerca. Chanyeol se deja caer en el sofá, cerca, cerca.

-No tienes que avergonzarte de permitirte hacer cosas que te gustan, Joonmyun-hyung. -Chanyeol se ríe y tiene ese tic en el ojo que tanto le gusta a Joonmyun-. Nadie te va a decir que estás perdiendo el tiempo.

-La verdad es que debería irme a la cama -dice Joonmyun.

-Quédate conmigo, ¿solo un ratito más? -Joonmyun no puede decir que no a la esperanza que se refleja en su cara-. No puedo dormir.

-De acuerdo.

-Háblame de tu libro -le pide Chanyeol, y Joonmyun lo hace, le cuenta una gran batalla tras otra, hasta que los suaves ronquidos de Chanyeol interrumpen sus palabras. Joonmyun le aparta el pelo de la cara, y tiene el corazón a reventar de sentimientos que teme expresar con palabras.

La cara de Chanyeol parece angelical cuando duerme. Joonmyun no quiere molestarlo, así que inclina la cabeza para apoyarla en el respaldo y duerme sentado.



Joonmyun se despierta en su cama. Está bajo las mantas, atrapado. Hay un brazo rodeando su cintura, que pertenece a la silueta larga y desgarbada que hay sobre el edredón.

-¿Chanyeol?

Sus pestañas se agitan.

-Hyung -dice. Su voz es más grave de lo habitual, ronca por el sueño-. No quería que te doliera el cuello, así que te he traído aquí. -Se ríe, y abre los ojos por fin-. Pero entonces me dio mucha pereza buscar mi propia cama.

-No pasa nada -dice Joonmyun, notando la sensación pegajosa de cada mañana en la boca y el peso del brazo de Chanyeol.

-Estás todavía más mono cuando duermes -dice Chanyeol-. Y no pesas nada.

-No es que yo pese poco -dice Joonmyun, incorporándose-. Es que tú eres enorme.

-Mi hyung diminuto -murmura Chanyeol, antes de incorporarse él también-. ¿Quieres ir a dar un paseo conmigo hoy?

-Claro. -A Joonmyun no le importa acaparar toda la atención de Chanyeol. Solo van a estar aquí tres días. Además, puede ser como tomarse un descanso de negar cuánto disfruta de la compañía de Chanyeol-. Suena bien.

-¿Crees que a los otros les importará que te monopolice? -Chanyeol tiene un poco de saliva seca en la mejilla y el pelo aplastado en un lado, pero sigue estando increíblemente guapo, con sus dientes blanquísimos y sus ojos brillantes.

-¿Por qué iba a importarles? -pregunta Joonmyun, y Chanyeol lo coge del brazo.

-Pues vamos a prepararnos, antes de que se vaya el calor de la tarde.



-Creo que nos hemos perdido. -Chanyeol no parece muy preocupado, pero Joonmyun siempre lo está-. Estamos totalmente perdidos.

-No tengo cobertura. -Joonmyun tiembla. Se está haciendo de noche, y su abrigo, que le había dado casi demasiado calor a las tres de la tarde, ahora no le da el suficiente. Se le está metiendo el frío en el pecho, a través de la sudadera, y Joonmyun desearía haberse puesto ese segundo jersey encima.

-¿Estás bien? -pregunta Chanyeol, y Joonmyun asiente enseguida.

-B-bien -dice. La poca luz que queda le permite ver el ceño fruncido de Chanyeol-. Hace un poco de frío -añade, y se mira las zapatillas. Al menos no hay nieve en el suelo.

De repente, un par de brazos largos lo envuelven y lo atraen hacia el pecho de Chanyeol. Nota el aliento caliente de Chanyeol en la oreja, y por un momento, Joonmyun ni siquiera está seguro de recordar el frío.

-Lo siento -dice Chanyeol-. Te mantendré caliente.

Encuentran un árbol grande para que bloquee el viento y se sientan al pie, Chanyeol con la espalda apoyada en el tronco y Joonmyun entre sus piernas.

-Te vas a enfriar -protesta Joonmyun, y Chanyeol niega con la cabeza, su cuerpo entero se mueve de la fuerza con la que lo hace.

-Eres tan pequeño -dice Chanyeol-. Deja que cuide de ti.

Los brazos de Chanyeol a su alrededor hacen que el frío de la noche sea soportable, pero Joonmyun es dolorosamente consciente de las piernas de Chanyeol pegadas a la parte externa de sus muslos, y de la mejilla de Chanyeol aplastada contra la suya.

Para distraerse, Joonmyun empieza a hacer preguntas sobre Chanyeol esta vez. Sobre el negocio del padre de Chanyeol y sobre Baekhyun. Incluso sobre Sooyoung, sobre cómo el padre de Chanyeol los había presentado cuando Chanyeol aún estaba en el instituto.

-Mis padres la adoran -dice Chanyeol-. Su padre es socio del mío. Es agradable salir con alguien a quien he elegido yo.

Esa frase implica un o habrían elegido ellos por mí.

-Parece perfecta para ti -dice Joonmyun. No es lo que quiere decir, pero es cierto.

Chanyeol no responde de inmediato. Cuando lo hace, es en voz baja.

-¿Alguna vez has pensado «dios, lo estoy haciendo todo mal»? -dice, y Joonmyun se echa a reír.

-Bastantes, sí -dice Joonmyun, con los labios pegados a la bufanda. Su voz suena amortiguada, pero está seguro de que Chanyeol lo ha oído.

-Yo lo pienso mucho -admite. Joonmyun cierra los ojos.

-¿Por qué?

-Tengo momentos de rebeldía -dice Chanyeol-. Pero al fin y al cabo, estoy viviendo una mentira.

-¿Qué mentira? -pregunta Joonmyun-. Eres un chico rico con un inexplicable trabajo en una tienda de yogur y una novia preciosa, que estudia lo que de verdad le gusta.

-La mentira... -dice Chanyeol-. La mentira es...

-¡Hyung! Hyung, ¿puedes oírme? -Es la voz de Jongdae, seguida de una luz. Se libera de los brazos de Chanyeol, y el repentino golpe de frío es secundario a su alivio.

-¡Estamos aquí, estamos aquí!

-Jongin está casi seguro de que estás muerto y creo que Zitao le ha dado un cigarro y un Ambien con la esperanza de que ya hayas vuelto para cuando se despierte. -Jongdae suena aliviado.

-Espero que le dierais el Ambien después de que se terminara el cigarro -dice Chanyeol-. Porque si no, es probable que la casa esté en llamas.

Sus manos vuelven a estar en los hombros de Joonmyun.

-Creo que lo tenemos todo bajo control, líder en la sombra -dice Jongdae. Junto a él, Ryeowook los mira, divertido.

-Todo esto es genial, pero deberíamos volver.

-¿Cómo sabíais que teníais que buscarnos? -pregunta Joonmyun-. Mi teléfono no tiene cobertura, así que cuando me di cuenta de que nos habíamos perdido...

-Te tocaba preparar la cena -dice Jongdae-. Y tú nunca llegas tarde cuando tienes responsabilidades. Así que he llamado a Ryeowook-hyung porque él conoce mejor el bosque y os hemos buscado.

Mientras caminan de vuelta hacia la casa, Chanyeol coge la muñeca de Joonmyun y no la suelta.

-¿Qué me estabas diciendo antes? -le pregunta Joonmyun-. ¿Sobre mentiras?

-Nada -dice Chanyeol, y por primera vez, Joonmyun piensa que su sonrisa parece un poco apagada. Le echa la culpa a la oscuridad.



El camino de vuelta a casa transcurre en silencio. Chanyeol va rapeando lo que suena en la radio, y Joonmyun vuelve a levantar sus muros, ladrillo a ladrillo.

Para cuando llegan a Seúl, ya está pensando en el trabajo.



-¿Crees que soy honesto? -le pregunta Joonmyun a su madre, que lo mira con el ceño fruncido.

-Creo que te mientes mucho a ti mismo -contesta-. Eres igual que tu padre.

El padre de Joonmyun aún cree que su madre se va a poner mejor, que podrán pasar la Navidad juntos el año que viene. Joonmyun no se engaña tanto.

-Creo que si me digo la verdad a mí mismo dolerá más -dice Joonmyun. Piensa en la aceptación reflejada en el rostro de Kyungsoo cuando le dijo «este es el final del camino para nosotros dos».

-Tal vez -dice ella, antes de toser. Su cuerpo, delgado y demacrado, se estremece-. Pero las mentiras también duelen.



La fiesta de Navidad de los padres de Baekhyun es divertida. Joonmyun está impresionado por la opulencia del apartamento, pero Jongdae se limita a arquear las cejas y silbar por lo bajo al entrar. Baekhyun y Chanyeol están riñendo por algo cuando entran al salón tras colgar sus abrigos, pero paran cuando Jongdae le clava un dedo en el estómago a Baekhyun y Baekhyun pasa a estar demasiado ocupado apartándolo a manotazos para molestarse con lo que fuera la razón de su disputa.

-¡Has venido! -Chanyeol sonríe de oreja a oreja. Lleva una americana entallada, que le queda perfecta en los hombros anchos, y lleva el pelo liso así que le sobresalen las orejas-. Pensaba que te las apañarías para escaquearte en el último momento. Vas muy guapo, hyung.

-Tú también -dice Joonmyun, antes de girarse para saludar a Baekhyun.

-Ven, te presento a mis padres -dice Baekhyun, y Chanyeol coge el bíceps de Joonmyun para arrastrarlo dentro de la habitación.

-Nos llevan como si fuésemos un rebaño -le susurra Jongdae, y Joonmyun suelta una risita mientras tiran de él.

El ambiente es distendido a pesar de la rígida etiqueta, y es muy fácil ver de dónde ha sacado Baekhyun su personalidad gregaria cuando sus padres se burlan tanto de él como de Chanyeol hasta que se ríen tanto que se les saltan las lágrimas.

-Mis padres están chapados a la antigua -explica Baekhyun-. Creen que todo el mundo debería tener la oportunidad de vestirse de gala de cuando en cuando. -Se encoge de hombros-. A las chicas de la familia les encanta. -Guiña un ojo-. Y a Chanyeol también, porque es un presumido.

-Yo nunca he... -Es un concepto tan extraño para Joonmyun, ver una pared llena de botellas de champán que probablemente cuestan tanto como las facturas del hospital de su madre-. Mis padres son de un tipo de chapado a la antigua diferente del de los tuyos.

Se tira de la corbata y piensa en su padre, que seguramente estará en casa, con una cena comprada en la tienda 24 horas.

-Anímate -dice Jongdae, enderezando las solapas del traje de Joonmyun-. Es solo una fiesta.

Se aleja para hablar con alguien que conoce de la facultad, un hombre alto y de gesto severo, Joonmyun cree que se llama Kris. Junto a Kris hay un chico más bajo que Joonmyun sí que conoce, porque es amigo de Lu Han, pero no recuerda su nombre. Cree que es Yixing.

Joonmyun utiliza esa oportunidad para ir a ver qué hacen los demás.

Jongin, que había llegado un poco después que Joonmyun y Jongdae, ya está borracho y medio dormido en uno de los sillones del rincón. Sehun lo mira con expresión contemplativa, y Joonmyun sabe que mañana habrá fotos vergonzosas en me2day cuando mire su timeline.

Hay muchos desconocidos en la fiesta, aunque parece que Chanyeol conoce a todo el mundo, va de invitado en invitado, mucho más cómodo vestido de traje de lo que Joonmyun esperaba. Sigue siendo él, su cara sigue contorsionándose de la risa mientras bebe un vaso de vino tinto tras otro, pero sus manos son mucho más firmes que cuando está en la tienda. Sonríe cada vez que sus ojos coinciden con los de Joonmyun, y Joonmyun le devuelve la sonrisa, agradablemente ebrio.

-Míralo -dice Jongdae-. Es como si de repente le hubiera salido la elegancia.

-¿Qué? -Joonmyun aparta la vista de Chanyeol para estudiar a su compañero de piso. Jongdae le pasa otra copa de champán cuando consigue la atención de Joonmyun.

-Chanyeol. Parece que está en su salsa. Es raro. -Se ríe y se afloja la corbata-. Y mira, Sooyoung acaba de llegar.

Ya se está dirigiendo hacia Chanyeol. El pelo largo y negro le cae en cascada por la espalda, y el vestido le llega justo por debajo de la rodilla. Cuando están uno junto al otro parecen una de esas parejas famosas de las revistas. El brazo de Chanyeol encaja perfectamente en su cintura.

-Tengo que ir al baño -dice Joonmyun, pasándole la copa llena a Jongdae.

En el pasillo, pasado el cuarto de baño, hay una pequeña salita vacía. Joonmyun se sienta en un sofá que parece que nadie usa y se encoge sobre sí mismo.

Respira hondo e intenta aclarar sus pensamientos.

Llama a su padre, pero no le contesta; al comprobar la hora en su móvil, se da cuenta de que ya ha pasado la medianoche.

-Feliz Navidad -dice al aire.

-No pareces muy feliz. -Chanyeol está apoyado en el marco de la puerta. La curva convexa de sus piernas es menos pronunciada con los pantalones del traje-. Es una fiesta de Navidad. Dale la vuelta a ese ceño fruncido.

Entra en la salita pero no cierra la puerta, como Joonmyun había hecho. Se sienta junto a él en el sofá y Joonmyun se mira las rodillas.

-No habrás dejado a tu preciosa novia sola ahí fuera, ¿no?

-Sooyoung conoce a Baekhyun tanto como yo -dice Chanyeol-. Todos fuimos juntos al instituto. -Joonmyun archiva ese dato, para más tarde-. Pero eso no contesta mi pregunta.

Joonmyun no está borracho, pero ha bebido suficiente para que se le suelte un poco la lengua.

-Entonces no, no estoy feliz.

-¿Por la fiesta, o en general? -Chanyeol está hablando con las manos otra vez. Siempre es peligroso, pero lo es aún más cuando tiene la coordinación mano-ojo reducida, y le da un golpe con el codo al brazo de Joonmyun al extender el brazo.

Dudando, Joonmyun se pasa la lengua por los dientes.

-En general.

-¿Por qué?

Chanyeol está haciendo eso que hace siempre, dedicar el cien por cien de su atención a Joonmyun, como si Joonmyun fuera la única persona que importa en ese momento. No es algo a lo que Joonmyun esté acostumbrado, y es una de las muchas cosas que le gustan de Chanyeol.

-Por muchas razones.

Le gustaría explicarlo como un libro de historia, y decirle a Chanyeol que igual que los espartanos en las Termópilas, Joonmyun está librando una batalla valerosamente pero hay tantas probabilidades en su contra que al final acabará cayendo.

-Si no estás feliz con tu vida -dice Chanyeol- deberías cambiarla.

Se le escapa un hipido, y Joonmyun no tiene que levantar la vista para ver el tinte rojo del alcohol en sus mejillas o el brillo de sus ojos.

-No es tan fácil. -Joonmyun se hunde la cara en las manos-. Tengo responsabilidades, y personas que dependen de mí.

Chanyeol se apoya en él, más que estar sentado a su lado, en cualquier caso sus labios rozan la oreja de Joonmyun y sus brazos lo abrazan con fuerza.

-Jongdae dijo algo de problemas familiares.

El nudo de inevitable atracción le revuelve el estómago a Joonmyun.

-Sí -dice-. Mi madre está... -La respiración de Chanyeol es cálida e irregular, y Joonmyun no sabe cómo poner distancia entre ellos cuando Chanyeol se aferra a él como un koala-. Enferma. -Se está muriendo-. Yo ayudo a pagar las... -imposibles- facturas.

-No lo sabía -dice Chanyeol. Presiona la nariz contra la piel justo debajo de la mandíbula de Joonmyun, y Joonmyun se obliga a recordar el hilo de la conversación-. Puede... que mañana tampoco lo sepa.

-No pasa nada -dice Joonmyun. El olor a aftershave caro es más embriagador de lo que había sido el champán-. No espero que...

-No, quiero decir... Joonmyun-hyung, deberías aumentar tus expectativas de la gente. Deberías contármelo otra vez. Deberías contarme muchas cosas. Siempre quiero saber más de ti, pero no quiero preguntar -dice, arrastrando un poco las palabras-. Porque no te puedo ofrecer muchas verdades a cambio.

-¿Qué quieres decir?

Chanyeol emite un sonido bajo de disgusto, entre un gruñido y un siseo, y lo acerca aún más a su cuerpo.

-Nadie ha dependido nunca de mí -dice Chanyeol-. Y solo lo he tenido complicado en la vida cuando no hacía lo que se esperaba de mí. -Separa la cabeza, y Joonmyun desearía estar más borracho para no darse cuenta de que su respiración también está demasiado agitada, del martilleo de su corazón al mirar directamente a Chanyeol-. Pero tú podrías depender de mí. Si quisieras.

En la oscuridad de la habitación, los ojos de Chanyeol relucen. Su boca parece suave. Joonmyun traga saliva y aparta la vista.

-No estoy acostumbrado a depender de otros.

-Ya lo veo -dice Chanyeol, y suelta a Joonmyun, que cierra los ojos e intenta calmar su frenético corazón. Chanyeol se pone de pie, tambaleante, y extiende la mano-. Deberíamos volver a la fiesta.

-Sí -dice Joonmyun-. Deberíamos.

Chanyeol sonríe, y Joonmyun quiere gritarle al mundo lo injusta que es esa sonrisa, pero en vez de eso, coge la mano que Chanyeol le ofrece y caminan juntos de vuelta hacia el ruido.

Chanyeol le suelta la mano al final del pasillo.

-Yo podría ser fiable para ti -dice, y quizá sea el alcohol, pero Joonmyun se deja flotar.



Cuando Joonmyun ve a Chanyeol en el trabajo el lunes, no menciona nada. Joonmyun asume que los recuerdos de Chanyeol de su encuentro en la salita son, como poco, borrosos, y aunque se siente decepcionado, cree que es para mejor.



-Me sorprende que hayas aceptado venir conmigo -dice Joonmyun. Se está arreglando la pajarita mientras Chanyeol se arregla el pelo en el espejo de la polvera-. No me puedo creer que lleves maquillaje encima.

-Quiero que mi cara salga bien en las fotos -dice Chanyeol-. Aunque sean fotos de desconocidos.

Acaba de empezar el año nuevo. La hermana mayor de Jongin se va a casar, y Joonmyun no quería venir a la boda, pero las obligaciones sociales son así. Le había pedido a Chanyeol que lo acompañara en un arrebato, y Chanyeol dijo que sí.

-Me avisas con bastante antelación -había dicho-. Me encantaría hacerte compañía.

Y eso es lo que hace. A Chanyeol se le da muy bien no ser tan totalmente torpe como Joonmyun, y deja maravilladas a varias mujeres mayores con poemas clásicos coreanos y enormes sonrisas. Jongin está demasiado ocupado para estar con ellos, pero él y Chanyeol se ponen caras cada vez que tienen oportunidad, y Joonmyun desearía tener fotos de eso.

-Esto no está tan mal -dice Joonmyun-. Gracias a ti.

-Me alegro de serte útil, hyung -responde Chanyeol-. Cómo iba a perderme la oportunidad de verte tan adorable, con pajarita.

-¡Chanyeol!

Chanyeol se ríe, y alisa una arruga imaginaria de la chaqueta de Joonmyun con la palma de la mano.

-Era una broma -dice, pero su sonrisa es dulce y sincera.

-¿Joonmyun? -Es una voz que corta de raíz la risa de Joonmyun y lo hace girarse de inmediato para mirar a su dueño-. No esperaba verte aquí.

-Kyungsoo -dice Joonmyun-. Hola. -Se aferra a su vaso de agua y Chanyeol le pone una mano en la parte baja de la espalda. Le lanza una mirada breve de sorpresa. Chanyeol le está sonriendo a Kyungsoo, pero hay tensión en su gesto-. Soy buen amigo de Jongin, el hermano pequeño de la novia.

-Yo soy amigo del novio -dice Kyungsoo. Se pasa la lengua por los labios y le sonríe a Joonmyun-. ¿Él es tu...?

-No -se apresura a decir Joonmyun-. Es un amigo mío. Chanyeol. Chanyeol, este es Kyungsoo, es amigo mío del instituto.

Los ojos grandes de Kyungsoo se abren aún más, y a Joonmyun le parece que su sonrisa es un poco triste.

-Sí -dice Kyungsoo-. Soy un amigo.

-Chanyeol, ¿puedes traerme una copa de vino? -pide Joonmyun.

-Claro -dice Chanyeol. Duda un instante, mirando a Joonmyun y Kyungsoo antes de fijarse en Joonmyun.

-Todavía no has... -comienza Kyungsoo.

-No -corta Joonmyun-. Lo he... intentado, pero mi madre, y luego... -Se arregla el pelo.

-Sigues teniendo los mismos tics nerviosos -dice Kyungsoo-. Lo del pelo. Tirarte de las mangas. -Kyungsoo inclina la cabeza-. Y sigues sin ser justo contigo mismo.

-¿A qué te refieres?

-Te mereces quererte a ti mismo -explica Kyungsoo-. Y dejar que él te quiera, también. -Hace un gesto tras Joonmyun, y Joonmyun se gira para ver a Chanyeol abriéndose paso entre la multitud, sujetando precariamente una copa de vino tinto en cada mano. Su traje es blanco, así que Joonmyun espera que no se lo tire encima.

-Tiene novia. Seguramente le pedirá matrimonio pronto. -Baekhyun lo había mencionado. Que había oído a sus padres hablar de los preparativos para el compromiso de Chanyeol en la casa de los Park. Joonmyun había encendido la batidora para no oír más.

-¿Ah, sí? -dice Kyungsoo-. Hmmm. -Chanyeol le pone el vino en la mano, y Joonmyun se lo agradece con una sonrisa-. Bueno, tengo que ir a presentar mis respetos a la familia, así que...

-Me alegro de verte -dice rápidamente Joonmyun, y Kyungsoo sonríe. Se ve el rosa de sus encías y el brillo de sus ojos-. Quiero decir... Sí. Me alegro de verte.

-Yo también me alegro de verte. -Kyungsoo se tira de las solapas-. Sé feliz, Joonmyun. Lo que sea que eso signifique para ti.

-Lo intentaré -dice Joonmyun, y mira a Chanyeol mientras Kyungsoo se aleja-. ¿Quieres salir de aquí?

-Vale -dice Chanyeol, desplazando la mirada todavía de Joonmyun a la espalda de Kyungsoo-. ¿Adónde?

-Podemos ir a mi casa -dice Joonmyun-. Si te parece bien. Estoy seguro de que no es tan...

-Si dices algo como que no es lo suficientemente buena porque yo soy rico -amenaza Chanyeol- no me hago responsable de mis actos.

-Entonces vámonos.



Parece que los zapatos de Chanyeol podrían engullir a los de Joonmyun junto a la puerta de su apartamento. Son de cuero blanco, parecen tiburones.

-Eres enorme -dice Joonmyun, y Chanyeol se ríe y se lleva un empujón al entrar al apartamento-. Esta es mi casa. Lo siento por el desastre, pero...

-Pero vives con Jongdae -acaba Chanyeol, y ambos se ríen. Esto no está tan mal-. Este apartamento es tan adorable como tú.

-¿Quieres ver una película?

-Me encantaría -dice Chanyeol.

Cuando Jongdae llega a casa más tarde, se encuentra a Joonmyun con la cabeza de Chanyeol en su regazo y con expresión atónita mientras el chico ronca, y Jongdae suelta una risita.

-Adorable-hyung es su favorito -dice Jongdae-. Las piernas no le caben en el sofá.

Chanyeol se queda a pasar la noche, y cuando se marcha a la mañana siguiente, con el pelo revuelto y los pantalones del traje arrugados, se lleva otro pedazo del corazón de Joonmyun con él.

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traducción, pairing: joonmyun/chanyeol, exo fanfic

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