Una vez, tanto escarbamos en la arena en busca de no-sé-qué, que llegamos hasta el centro de la Tierra. Aparte de por el calor insoportable, supimos que habíamos llegado porque nos recibieron amablemente los seres del centro de la Tierra. Con la hospitalidad conmovedora del que recibe pocas visitas, nos ofrecieron un té de núcleo terrestre y nos lo
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Comments 5
Por cierto, ¡coño, estás vivo!
Y por último: ¿en qué lugar de la galaxia te encuentras? ¿Me odias por ser una puta? ¿Qué tal?
No quiero volver a Cuenca.
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¡Sí, sigo vivo!
Voy a Zaraculo éste finde, supongo que no estás ni de coña, pero yo lo digo.. Eres una puta, pero no te odio.
¡Vuelva a Cuenca ya y hazte una mujer de provecho!
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¡Como debe ser!
Pues no, no estoy. Ahí, ahí, metiendo el pene en la llaga. Me alegro.
¡No me fastidies, que aún sigo cabreadaaaaaaa!¡Mierda de pueblooooo!
Lo bueno de estar amargada donde estás, es que luego, el rato que no estás, te lo pasas veinte veces mejor.
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Y entre pene y pene, ESCRIBE.
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