Hace un tiempo escribí un diálogo entre dos personajes, Kathleen y Leonard, llamado "Madrugada de domingo". Esto es una especie de secuela. Otra escena. Otra vuelta de tuerca. Menos real que la otra, quizá, aunque con sus puntos de contacto con hechos verídicos. Como siempre.
(
Asimetria )
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"Resignación
El que se resigna a perder será toda la vida un perdedor. El que se resigna a ser gordo jamás bajará de peso. El que se resigna a ser uno más del montón nunca va a resaltar. ¿Por qué? Porque el que se resigna, se rinde. Y el que se rinde no llega a la meta.
El que se resigna está cómodo, ya sea porque no tiene que esforzarse o porque ya se ha acostumbrado a sufrir. Y eso es absurdo, salvo que uno sea masoquista. Porque ¿quién quiere sufrir? A mí me duele la pierna, pero tomo mis Vicodin porque no quiero sentir el dolor. O me busco otra droga más potente que me haga olvidar que tengo pierna.
El que se resigna no puede tomar Vicodin, principalmente porque se vende bajo receta. Pero lo que puede hacer es luchar, perseguir lo que quiere, perseverar en ello hasta obtenerlo. Y si no lo obtiene, pues por lo menos lo ha intentado y no se ha rendido.
¿Cuál es el verdadero problema del que se resigna? Miedo a fallar. Y el que no lo intenta, nunca falla."
You know what I mean, don´t you?
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I promise I will never forget it.
Thanks!
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Nos vemos.-
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