You're a vessel of light to me tonight - KAI / SEHUN (trad. en español) Capitulo 5 (1/2)

Mar 21, 2014 22:29


Capitulo 5 (1/2)
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(Número de palabras: 8,292)

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 ♦CAPITULO DIVIDIDO EN 2 PARTES, Live Journal gay. uwu ♦
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Jongin continuaba visitándolo cada semana o dos, dependiendo de la habilidad para convencer a su padre que le dejara fuera de su vigilancia. Jongin le había dicho, con el rostro radiante, que su padre se estaba volviendo un poco menos tajante en cuanto a su encierro y así, podía salir más y más, además de asistir a reuniones con él, visitando las instalaciones de La Administración del Tiempo y observando el trabajo de su padre. La tensión que relucía sobre sus hombros, desangraba lentamente su ser, anhelaba el tiempo que pasaba con Sehun y Sehun sentía una oleada de orgullo en su pecho porque era el único que hacía que Jongin sonriera tan genuinamente, sus acciones burlándose, juguetonas y dulces en innumerables ocasiones.

Casi siempre, se quedaban en su apartamento, follando, compartiendo historias, comiendo dulces y queso, o bebiendo café caliente bien preparado. Otras veces, la pasaban en la escalera posterior, la escalera de incendios, allí era donde el espacio entre ellos prácticamente no existía, lleno de olas ondeadas de risa y calidez desbordante de los ojos de Jongin.

Un día, cuando los copos de nieve flotaban desde el cielo, Jongin arrastró a Sehun afuera. Las calles estaban vacías, lo que debió haber sido el silencio fúnebre, que misteriosamente acariciaba las aceras cubiertas de nieve. Todo el callado lugar, fue roto suavemente por las risas de Jongin, quien volcó un pequeño montón de nieve en la parte superior de la cabeza de Sehun.

"Ahora tu cabeza combina perfecto con el cielo", dijo.

"Voy a matarte". Sehun lo pateó con fuerza y acabaron cayendo al suelo, su caída fue amortiguada por la nieve fría. Cuando regresaron al apartamento, sus ropas estaban empapadas y ellos lucían agotados, pero ambos ojos irradiaban y resplandecían. Se ducharon juntos, sus cuerpos apretados bañándose, mientras el agua caliente se vertía en sus cuerpos.

"Sería más adecuado si tuvieras una bañera," Jongin refunfuñó y fue recompensado con un ligero golpe en la cabeza.

La oscuridad de la zona, era un tono constante de grises y negros lutos. Muerte y desesperanza se escondían en las costuras, uniéndose al temor que se refugiaba bajo tierra. Era el tipo de lugar que se come lentamente el alma, ya que quitaba los sueños y los reemplazaba con deseos olvidados. El hedor invisible de las almas perdidas y la miseria, era sofocante, siempre lo ha sido. Sólo que la presencia de Jongin y la suave sonrisa que ilumina toda su cara, parece generar una brisa fresca y limpia que derroca a la oscuridad para sustituirla por una suave luz. En los senderos de cada beso suyo, siembra esperanza y rocía gotas de qué pasaría si…

Aún con la ausencia de Jongin, Sehun sintió una inexplicable sensación de alegría porque siempre había anhelado compañía, pero también sentía un vacío, cada vez que se iba, parecía como si estuviera hecho de humo y cuando intentaba reponerse, terminaba únicamente con las manos y los ojos llenos de lágrimas. Halló satisfacción en la compañía de Jongin, la sensación ideal que persistía quedarse alrededor y no disipándose, porque realmente, permanece clavado en el corazón de Sehun, envolviendo sus ramas y pequeños zarcillos alrededor de él, sin necesidad de moverse alguna vez.

Sehun trata de no pensar mucho en eso. También hay temor arremolinándose en el fondo, deslizándose en torno a una realidad perfectamente tejida. Es como si Sehun estuviera a veces de pie en el borde de un lago oscuro, sus aguas invitándolo a saltar, a separar las piernas de la tierra firme y sumergirse en la incertidumbre, prometiendo un corazón demoliendo aventuras, mientras dudaba alrededor del borde, inseguro y congelado.

Las líneas eran tan borrosas, que Sehun no estaba seguro de dónde comenzaba el agua y la tierra.

Pero entonces, sucedió. Jongin apareció un domingo en el apartamento de Sehun con la ropa que le hace parecer un ciudadano de la zona 12, en lugar de un individuo que nunca podría encajar. Su pelo era un desastre en la parte superior de sus cabellos, como si hubiera acabado de salir de la cama sin pensar mucho en verse presentable. La respiración de Sehun tartamudeaba y su corazón hacía esa pequeña cosa que hace que sienta como si estuviera siendo golpeado con una de esas gigantes pelotas sucias con la que los niños juegan en las calles. Jongin estaba sonriendo, no era como si él no sonriera todo el tiempo, pero había algo diferente en esa sonrisa particular.

Estaban sentados en la mesa de la cocina, comiendo el surtido de frutas frescas que Jongin compró en su camino. Pero desde que Jongin entró,  ha estado mirando a Sehun sin apartar sus ojos de él. Había algo en su mirada, un brillo suave que le recordaba a Sehun, un fuego latente en las frías noches del invierno, calentándolo, haciendo cosquillear sus extremidades de una manera extraña.

Es incapaz de soportar el silencio y era muy posible que el calor estuviera invadiéndolo desde su cuello, hacia arriba. El silencio es el compañero familiar de Sehun, sombreándolo protectoramente pero, cuando Jongin está presente, el silencio se desvanece o queda enterrado en un profundo agujero, y nunca surge a la vista hasta Jongin sale por la puerta y se va. Hoy en día, el silencio genera que Sehun sea consciente de sentirse un poco tímido y nervioso.

"Hey, ¿te gustaría salir de aquí?"

"¿Salir? ¿A dónde?." A pesar del tono aparentemente desinteresado de Jongin, miraba a Sehun con curiosidad y emoción creciente.

"Honestamente, no lo sé. Como puedes ver, no hay muchos lugares de interés como las que hay en tu zona, pero podemos tratar de improvisar".

Jongin asintió entusiasmado, moviéndose de su silla a la habitación de Sehun donde se quitó la chaqueta. Sehun rió mientras tomaba la suya propia en el mostrador de la cocina. Después de todo, no hay medios de recreación por aquí, además, hay muy poco tiempo de sobra para esas cosas. Sehun ni siquiera tenía alguna idea de lo que era considerado como un tiempo agradable. Tenía poca o ninguna experiencia cuando se trata de entretener a alguien, sobre todo cuando el área donde vive es tan sombría.

Cuando Jongin salió de su habitación, vestido con una chaqueta un poco sucia que se veía desgastada, fue ahí cuando Sehun quiso preguntarle improvisadamente, de dónde sacó su 'muy camuflado' vestuario pero en su lugar, abrió la puerta y dijo: "¿Vamos ?"

El cielo era claro, salvo por las manchas de nubes que lo adornaban. Cálida luz envolviendo las calles. Parecía como si ahuyentaran la niebla del escondite frío en las calles y esquinas, entregando un zumbido de abundante energía. Es temprano en la mañana, el momento en que cada ciudadano está en el trabajo, ya sea en las fábricas, tiendas o almacenes. Los niños se quedan jugando en las calles, con abrigos simples y corriendo uno detrás del otro, sus respiraciones dejando atrás un rastro blanco de vapor que se desvanece en el aire caliente. Trae una cierta clase de felicidad cuando todo es tan tranquilo y sereno, sin embargo, todavía hay esa persistente sensación de angustia tallada en los edificios, instalándose entre los ladrillos y a la espera de su oportunidad para atacar.

Sus pies los llevan a través de la zona y en realidad, no había mucho que ver. Sehun intentó sacudir su cerebro para pensar algún lugar que sea lo suficientemente interesante visitar. Siente los distintos sonidos de alegría, la risa despreocupada. Gritos y chillidos haciendo eco a través de la calle vacía de gente. Se dio por vencido cuando una pelota sucia aterrizó frente a ellos. Hubo un repentino silencio, el ruido animado cesando mientras los niños quienes no debían ser mayores de 13 años, tenían los ojos algo aterrados. Sehun miró a Jongin y luego, el rostro de este último se dividió en una traviesa sonrisa y tiró la pelota por encima de los niños, persiguiéndola como si estuviera jugando junto a ellos.

"Oh, Dios, tienes que estar bromeando," Sehun lamentó.

"¡Vamos Sehun! ¡Hora de jugar", Rió Jongin antes de detenerse, Sehun esperó a que vuelva a sus sentidos. "Chicos, a ustedes no les importa si jugamos también, ¿verdad?" Preguntó a los niños. Ellos estallaron en risas, negando con la cabeza. Jongin gritó entusiasmado y comenzaron a correr hacia la pelota, todos alejándose de Sehun.

"Pensé que era una broma. Pero está hablando en serio".

"¿Cuándo fue la última vez que jugaste así? ¡Ven, da rienda suelta al niño que vive en ti!".

"¡No quiero dar rienda suelta al niño dentro de mí!",  Gritó Sehun.

Jongin trotó en su dirección, la cara enrojecida, el balón en sus manos. Era tan claro como la vida irradiaba en explosiones coloridas de su ser. Sehun nunca lo había visto tan animado como ahora.

"¿Sabes qué? Creo que tienes miedo de jugar contra mí porque eres un mal perdedor y sabes que sin duda alguna, vas a perder." Le está desafiando. Sehun no caerá en la trampa.
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"No jugaré", dijo. "Y no soy un mal perdedor" añadió, tras una pausa.

"No me parece. Porque así como soy mejor que tú en la cama, seré mucho mejor que tú en el campo".

Sehun se quedó petrificado, mirándolo. Jongin no se movió y siguió con la mirada puesta en él, con determinación absoluta y desafiante. Al verlo tal cual, movió su mandíbula, los labios se unieron en una mueca y respondió. "¿En serio?"

“Por supuesto, en serio."

"Acepto." Sehun tomó el balón de sus manos y lo lanzó a los niños. Dividieron el grupo en dos y asignaron los equipos. Los niños estaban más allá del éxtasis, zumbidos de energía en sus pequeños cuerpos, la excitación corriendo por sus espinas dorsales. El juego comenzó y mientras Sehun oía los gritos y el sonido de los zapatos golpeando el cemento, solo podía pensar en dos palabras que pueden describir el latido irregular de su corazón. Está vivo.

Litros de sudor rodaban por sus espaldas cuando el juego terminó. Los niños quedaron agotados sin embargo, sus rostros tenían sonrisas de satisfacción. Un niño llamado Myungsoo, del cual Sehun recuerda su nombre, le dio una palmadita en la espalda. "Lo has hecho bien, hyung." Le dijo y Sehun agitó su pelo, alejándose de Jongin. Su equipo había perdido solo porque un niño, el más joven del grupo, tropezó y comenzó a llorar mientras que el otro equipo anotó. Esperó venir las burlas, por los golpes del ganador, pero no hubo tal cosa.

"Te veías hermoso bajo la luz del sol."

Sehun giró el rostro a la izquierda y Jongin lo miró nuevamente. No había rastro alguno de burla en lo que dijo, en cambio, solo vio sinceridad. Eso hizo que Sehun quiera retorcerse y tal vez,  tirarle piedras en su perfecta cara.

"En realidad, esta es la primera vez que te he visto bajo la luz natural."

Eso es correcto. Siempre parecían tener una inclinación de reunirse bajo la oscuridad.

Sehun negó con la cabeza. "En realidad, no importa."

“Importa. La luz natural nunca hace cumplidos, solo muestra la verdad en el modo más resaltante a la vista y en este momento, muestra cuán absolutamente hermoso eres." La voz de Jongin era casi maravillosa, como si lo estuviera viendo por primera vez.

Y para el horror de Sehun, su cara se puso caliente rápidamente y estaba seguro de que si ahora mismo Jongin le tocara las mejillas, arderían por el impacto. En un débil intento de salvar su dignidad, agarró su mano y dijo: " Vamos al bar. Está abierto en estos momentos." Sus manos estaban sudorosas y rezó porque Jongin no se diera cuenta de su vergüenza. Hasta el momento, hermoso había sido la única palabra que describía perfectamente a Jongin, pero al ser empleado directamente en él, hizo que su estómago se contraiga.

Jongin sigue en silencio, lo cual Sehun agradece. El bar parece casi desnudo, sin ruido y gente. Las sillas están volteadas en las mesas y un hombre solitario está sacando brillo al piso.

"Jongdae," llama Sehun. Jongdae mira hacia arriba, con una sonrisa en sus labios antes de convertirse en un gesto atractivo cuando sus ojos captaron a Jongin.

"Vaya, vaya, vaya, ¿no creen que es un poco temprano para conseguir una bebida? Pero esperen, de todas formas estoy aquí para obtener lo que necesiten." Se apresuró a colocarse detrás del mostrador de madera, sacando dos vasos y una botella de whisky.

Sehun se acercó, con la queja en la punta de la lengua porque, Jongdae le estaba dando esa extraña mirada que cada vez le daba, cuando venía en compañía de algún hombre y quiso ver una forma de explicarle, mientras Jongin se sentaba en el taburete y agradecía a Jongdae con una sonrisa.

Suspiró en la derrota y tomó asiento al lado de Jongin pero no tocó el cristal. Sorprendentemente, no sintió como si ahogara sus sentidos en lo más mínimo mientras estaba con Jongin. Quiere estar consciente de todo lo que dice, de cada caricia, cada sonrisa porque, cuando Jongin no está con él, su mundo es silenciado, los colores se tornan de una sombra mate, se desvanecen de lo que eran. Si está constantemente embriagado de Jongin, no necesita influencia de cualquier otra cosa.

" Si necesitas algo" dijo, dirigiéndose a Jongin." Simplemente puedes llamar mi nombre. Es Jongdae, por si lo olvidas." Y dicho esto, se fue con un guiño en dirección a Jongin y susurrando al oído de Sehun cuando estuvo tras de él, "Guárdame un poco de su delicioso culo." Vaya que era todo menos discreto, por supuesto.

"¿Y ese quién es?" Preguntó Jongin cuando Jongdae se fue a la puerta de atrás .

"Un viejo amigo de hace tiempo. Trabaja conmigo en algunos turnos aquí".

"Hmm y ¿nadie viene por las mañanas?"

"Claro que no," Sehun se burló. "Todos tienen horarios de trabajo a seguir. Si están un minuto tarde o si pierden su horario designado por alguna razón... bueno, pueden ser reemplazados fácilmente. Muchos están clamando por puestos de trabajo, cualquier trabajo que fuese, lo toman al momento, incluso si la paga es menos de una hora, están dispuestos."

"El punto es, que no entiendo cómo se siente la gente de por aquí." Jongin tomó un sorbo de su bebida, haciendo una mueca mientras el líquido se abre paso por la garganta. "Me refiero a la muerte alrededor de ellos, la presión y el miedo."

“No les importa. Es por eso que la mitad de las personas que mueren o bien pierden la vida a causa de la intoxicación por alcohol o incluso se suicidan, son incapaces de soportar el tictac del reloj, sin poder hacer algo para detener el tiempo escapándose."

"¿Cómo te sientes?" La mano izquierda de Jongin se envolvió alrededor de la suya, apretándola suavemente. Es un gesto que hace que Sehun quiera enterrar su cara en el cuello de Jongin, respirar de su esencia que se ha convertido en una necesidad y a veces, se imagina que son las dos únicas personas despiertas, vivas y respirando, que no hay alguien más, nada más que calidez, comodidad y Jongin.

Miró hacia abajo en el mostrador, examinando un rasguño que se encontraba en la superficie de madera. "Zitao, mi amigo de la infancia, del que te hablé antes, estuvo allí para ayudarme. Él - él nunca me abandonó. Incluso cuando quería renunciar a mí mismo. Después de que mis padres murieron, estuve bastante destrozado y pensé en cada cosa que todos estaban haciendo para luchar, era inútil porque, no importaba lo mucho que pelearan, siempre perderían contra el tiempo. Nadie gana. Pero él, me dio una palmada devolviéndome a la realidad. Literalmente." Sehun rió. A veces, la picadura en su mejilla se siente como si todavía estuviera allí, su fantasma flotando alrededor como un recordatorio constante.

"Tengo que cumplir con Zitao. Parece una persona bastante interesante. También tengo que darle las gracias por mantenerte con vida. De lo contrario, no nos habríamos conocido".

“Deberíamos hacerlo, ¿verdad? " Murmuró Sehun antes de sentir un par de labios cálidos en su mejilla, los que se fueron tan pronto como los sintió. Luego, Jongin estaba encima de él, sus caras contrayéndose ligeramente, el acto fácilmente detectable por la luz del sol entrando por las ventanas, las partículas de polvo nadando tranquilamente en patrones reconocibles alrededor de ellos. Parece como si Jongin tuviera una duda interna de todo tipo, como si anhelara decir algo y Sehun contuviera la respiración mientras espera.

Pero entonces, Jongin se inclinó y le besó suavemente, una casta presión de labios. Todavía tiene esa llama que se enciende dentro suyo, y al retirarse de Jongin, Sehun lo sostuvo por las hileras de su chaqueta y lo tiró hacia abajo para un beso más profundo que lo tuvo gimiendo en su contra. La mano de Jongin estaba enterrado en su pelo, su puño apretado y hundiendo sus dientes en el labio inferior del otro, tirándolo tan fuerte que lo hizo jadear. Se besaron hasta que Sehun enrojeció, jadeando, sintiendo arder su pecho como hoguera. Estaba agradecido que la mayoría de su peso era soportado por el taburete o de lo contrario estaría en el suelo.

"Volvamos al departamento", dijo Jongin y Sehun asintió, su corazón latiendo de manera irregular.

Un autobús transita en toda la calle, su color blanco ensuciado de las gotas de lluvia está seco en la pintura. Sehun agarra el brazo de Jongin y corre con él. Pueden caminar pero tomaría al menos 10 minutos en llegar a su apartamento y no cree que pueda soportar correr ese tiempo. Dan un paso en el interior del vehículo y Sehun suprime el impulso de suspirar de alivio ya que no está tan concurrido como pensaba que sería. Había 15 personas como máximo, cada uno mirando por las ventanas con ojos inexpresivos, ni siquiera les echaron un vistazo. Sehun estiró su brazo izquierdo debajo de una máquina de lectura, dejando al descubierto su muñeca para revelar los números digitales.

Cuando regresa el brazo, había una hora menos en su reloj.

Su corazón se aprieta. La tarifa de autobús estaba media hora hace dos meses. Jongin se da cuenta de su expresión, pero no comenta y hace el mismo ritual que Sehun. Ellos asienten al conductor del autobús y caminan hasta el final del vehículo, eligiendo un asiento en el extremo más alejado.

"¿Sucede algo?" Jongin susurra, su mano apretando la muñeca de Sehun, con tal seguridad para recordarle que está aquí a su lado y no va a desaparecer.

"Te lo diré cuando lleguemos.”

Jongin asintió con la cabeza, los ojos nublados en preocupación. Sehun se sentía infinitamente agradecido; Jongin sabe cuándo preguntar y cuándo retirarse, algo que Zitao nunca fue capaz de manejar porque era increíblemente ruidoso. El autobús inició, pero antes de marchar, un hombre empujó frenéticamente y entró por las puertas dobles, gotas de sudor rodaban por sus mejillas. Se veía aterrorizado, todo su cuerpo temblando. Sehun piensa que si estuviera más cerca, pudiera ver sus lágrimas mezcladas con sudor.

"¡Ayuda!" El hombre grita a los pasajeros. "Por favor, que alguien me ayude. ¡Mi - Mi tiempo, se - se está acabando y no puedo, no tengo alguien cerca que me conozca, por favor, ayúdenme!" Y ahora, el hombre está sollozando, aferrándose a la barra de metal para sostener su peso.

El pulso de Sehun se agujereó y aguantó la respiración, temeroso de que si exhalase mucho, atraerá la atención hacia sí mismo y Jongin. La gente en el autobús aparta inmediatamente sus ojos de él, con sus caras inexpresivas. Algunos tienen las mandíbulas apretadas mordiéndose el labio inferior, pero nadie mueve un músculo. El hombre comienza a mendigar, entra en pánico y en un momento de inquietud, Sehun siente a Jongin levantarse. Al instante toma su brazo tirando de él hacia abajo y sacude la cabeza, moviendo los labios diciendo, 'no, por favor, no lo hagas". La mirada de Jongin está quemando, perforando, como si estuviera tratando de penetrar en Sehun y prenderle fuego. Pero Jongin no entiende. No sabe que la ayuda nunca se ofrece y si se ofrece, significa que esa persona tiene mucho tiempo que está dispuesto a dar sea como sea. Si intenta ayudar a este ser moribundo, la multitud hablarán de él, será señalado y posiblemente, será capturado por los gangsters que recorren la zona y todos los esfuerzos de Sehun puestos en ocultar su identidad, serán en vano.

Hay un fuerte ruido y los gritos del hombre han cesado. Su cuerpo yace inmóvil, con los ojos bien abiertos, rastros de lágrimas pintados en su joven rostro. El conductor del autobús suspira.

"Me estoy cansando de esto. Es el cuarto cuerpo de este mes. ¿No pueden encontrar un mejor lugar para morir?", murmura, levantándose de su asiento y pateando el cuerpo hasta que se cae, deslizándose abajo tres escalones sobre el pavimento. Jongin cierra el puño, con el ceño fruncido, su expresión rígida de rabia pura, hace que Sehun casi pueda sentir la amargura que sale de él. Está emanando en oleadas de marea y se niega a mirar a Sehun por el resto del viaje.

El silencio se coagula en las paredes del apartamento de Sehun. Es grueso y terrible y Jongin parece como si se estuviera cerrado en sí mismo. Se apresura al dormitorio de Sehun y cierra la puerta no muy gentilmente. Es la primera vez que Sehun lo ha visto tan fuera de lo normal, la risa se ha borrado y ha sido reemplazado con angustia. Sehun decide que es mejor darle a Jongin un tiempo para que ordene sus pensamientos. También decide que necesita una forma de distracción, porque su mente está zumbando con imágenes de ojos desesperados y líneas secas de lágrimas.

Se dispone a preparar la comida. Ha pasado un tiempo desde que había utilizado la estufa para algo más que calentar la comida enlatada. La mini-nevera se está derramando con varios tipos de alimentos, de lujo, innecesarios e indulgentes. Después de algunas observaciones, cierra la nevera y abre los armarios, sacando dos sobres de sopa de hongos. Sus medias acolchan el suelo de la cocina mientras se mueve alrededor, calentando el agua antes de verter el polvo de color crema en la cacerola. La espesa fragancia de crema y champiñones se filtra en todo el apartamento, por lo que Sehun sonríe. Está contento de haber convencido a Jongin de comprar paquetes de sopa cuando el otro insistió en que carecían de sabor y eran inorgánicas.

Llevando dos platos de sopa en una pequeña bandeja, Sehun llama a la puerta de su dormitorio y no esperó respuesta.

Lo que no esperaba, era caminar dentro de una habitación vacía.

El sonido de una ducha abierta, sin embargo, trajo alivio que lo envolvió. Puso la bandeja sobre la mesita de noche y se sentó en la cama, metiendo sus pies debajo de la manta y reuniéndola a su alrededor. Trató de entender cómo se siente Jongin acerca de todo esto. Esta es probablemente la primera vez que ve a un hombre con el tiempo acabado. En una zona gobernada por siglos y eones, rara vez puede haber alguien cayendo en medio de la calle en el último segundo de su vida, del 1 a 0. Debe haber sido aterrador, darse cuenta de repente de lo fácil que es exhalar tu último aliento, en cuanto a la eterna oscuridad de la muerte, a pensar que en un momento dado, ya nunca más podrás volver a respirar. A Sehun le asombró que Jongin estaba dispuesto a ayudar, alejar todo lo que importaba en una fracción de segundo y dar un poco de su vida a un extraño muriendo.

Tal cosa nunca se vio. Pero Jongin estaba allí, real, decidido y valiente. No dudó ni un segundo a pensamientos cómo su identidad, ya que podría verse comprometido frente a la gente, su mente estaba fija y si Sehun no lo mantenía abajo, recordándole las consecuencias de sus acciones, Jongin le habría salvado. Él habría salvado una vida, a un padre, a un hermano, a un hijo antes de morir.

El agua dejó de correr y Sehun se levantó para volver a calentar la sopa. Cuando regresó, Jongin estaba sentado en la cama, el pelo mojado. Un conjunto sombrío de ojos mirándolo fijamente, todo un universo atrapado en su interior, misterioso, lleno de oscuridad que necesita ser ahuyentado por una linterna. Sehun casi se pierde a sí mismo en ellos.

Jongin llamó su atención, dando palmadas en el lugar junto a él. Sehun trepó a su lado, entregándole el plato caliente y una cuchara. Se sientan uno junto al otro, los hombros tocándose y la comodidad se da entre ellos. Los sabores de la sopa calman el calor mientras se llena el estómago de Sehun. Cierra los ojos y cuenta hasta diez.

"Quiero que empaques tus cosas y vengas conmigo a la zona 1", dijo, poniendo el plato vacío sobre la mesa de noche. Su mano encuentra la de Sehun y está un poco más caliente que de costumbre.

"Jongin, sabes bien que no puedo hacer eso. No pertenezco a la zona 1 y nunca lo seré." Era verdad y ambos lo saben. Se harán preguntas, se plantearán problemas y Sehun será golpeado y empujado hasta que la verdad sea expuesta. Ciertamente, pueden llegar a una pretensión falsa pero incluso ellos tienen una fecha de vencimiento que no dura por dos siglos.

"Estoy consciente de eso, pero puedes adaptarte fácilmente."

"Está fuera de discusión." Sehun niega con la cabeza. Desea poder entrar en la zona 1, de la mano junto a Jongin, ir a la playa, sentir la arena disiparse entre los dedos de sus pies y la fuerte brisa del viento en su rostro. Desea que Jongin le enseñe el océano, el agua espumeando bajo el sol, kilómetros y kilómetros de ella que parecen interminables. "Además", suspira. "Simplemente no puedo dejar mi vida atrás, mis amigos, mi casa."

"¿Qué casa? ¿Llamas hogar a donde todo mundo lucha por su propia supervivencia, mientras ignoran a los demás a su alrededor? Esta no es humanidad. La humanidad es compasión, empatía y cuidado, valores que las personas de vuelta en el autobús carecían." Jongin se movió hacia la izquierda de manera que quedó mirando directamente a Sehun. "¿Por qué no le ofrecieron alguna ayuda a ese hombre, Sehun?"

Jongin sabe la respuesta, está fija en su mandíbula, el temblor oculto en su voz, pero necesita que Sehun se exprese en voz alta para hacerlo real y que Sehun le complazca. "Porque el tiempo se está agotando en los brazos de todos y renunciar a una parte del tiempo, no importa cuán pequeña sea, significa que estás renunciando a la parte oportuna de vivir un poco más. Y nadie se lo puede permitir.

Estaba callado antes de que Jongin tome una respiración profunda. Su voz se compone con control y esfuerzo. "Tuve este pensamiento fugaz. Fue una estupidez, pero no puedo sacarlo de mi cabeza." Ríe, pero sin gracia, tiene tristeza tejiendo su timbre bajo. "¿Qué pasaría si tú hubieras estado en la posición de aquél hombre? Te verían muriendo sin importar lo mucho que llores o grites, serías ignorado, dañado, como si ya no existieras, como si tu tiempo fuera cero y ya no eres más que alguien sin vida, un inerte conjunto de huesos".

Sehun resopla, sintiendo la persistente irritación en él. "¿Por qué estás actuando como si yo no fuera capaz de cuidar de mí mismo? No soy una damisela indefensa que corre peligro. Puedo cuidar de mí mismo."

"Pero yo quiero cuidar de ti." Hay desesperación desbórdate en los ojos de Jongin que sobresalta a Sehun, crea una madriguera de campo en el interior de su pecho, agudo y penetrante. Jongin mantiene su rostro entre sus manos, colocando su frente contra la otra. Todo su cuerpo está temblando, Sehun lo nota vagamente. "El temor de perderte me atormenta en sueños, ¿no lo entiendes? Me preocupo demasiado por ti, Sehun. No quiero que termines en un lugar donde la gente ni siquiera parpadea cuando hay alguien pidiendo ayuda justo en frente de ellos."

"Y no voy a hacerlo. No voy a morir", dice suavemente. La chispa de la irritación que sentía se desvanece, dejando en su lugar una emoción abrumadora que es a la vez, familiar y aterradora. Se aferra a su corazón, cruel e implacable, arrebatándole el aliento, pero lo hace sentir más vivo que nunca antes. Toma una respiración profunda, hundiendo la mano en el pelo de Jongin, suavizando las yemas de sus dedos. Así, Jongin es pequeño en su contra, se encoge por el miedo y es como si él mismo estuviera consciente de ello, demasiado consciente. Sehun quiere hacer algo, cualquier cosa, para consolarlo. Quiere proporcionarle un refugio, una casa segura donde pueda vaciar el contenido de su pecho, sentir como si fuera intocable, que nadie pueda hacerle daño, porque está con Sehun. Se ha metido profundamente en su corazón pero él no lo sabe. "Lo prometo. Nunca te dejaré. Además, no creo que me lo permitas. Probablemente intentarás arrastrar mi alma de regreso y la agitarás hasta que vuelva a mi cuerpo. El lujo de morir no se me proporcionará porque eres un tonto".

Sonrió cuando Jongin tembló con apenas una risa contenida.

"Y …¿Cómo puedo morir cuando ni siquiera he visto el mar?"

Jongin levantó la cabeza y colocó un suave beso en los labios de Sehun. "Verás el mar."

Sehun asiente y cree en Jongin. Sabe que lo dijo en serio.



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