Descubrí una mirada. De repente quise caerme dentro de aquellos ojos. Pero cinco centímetros eternos nos separaban.

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Para ti mi dolor, para ti mi sangre. Para que no tengas que seguir quitándomela poco a poco, como se arrancan las hojas secas de una planta. Para que puedas tenerme sin esfuerzo, beberme despacio o tirarme a la basura. Puedes hacer dibujos en la pared con mi dolor, admirar tu originalidad, la sutileza del trazo de tus líneas al vaciarme. Así no ( Read more... )

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Si pudiera llegar hasta mí misma, saber si hay (si habrá) algo más allá de esto que soy a diario. Pero qué tontería, nadie es nada más que lo que ya es, somos ya lo que vamos a ser siempre; lo que no está ya en nosotros no lo estará nunca, debería saber ya que no hay que poner ninguna esperanza en un horizonte que está siempre y cada día más lejos ( Read more... )

Son raras, las distancias. No me refiero a las físicas, o al menos no sólo a ésas. Las físicas están ahí, y bueno, puedes llevarlas mejor o peor, quitar tierra de por medio. Pero a veces me encuentro con personas que están realmente lejos de mí, personas que viven en otro mundo, un mundo inaccesible, inalcanzable para mí. Como un escalón por encima ( Read more... )

El viernes. En algunos momentos del día, desafiando al omnipresente gris del cielo, surgen extraños oasis de color: verdes, amarillos, rojos. Colores furiosos que aparecen en los breves instantes de euforia por los que atravieso inesperadamente y que no siempre son agradables. Esta mañana, tras llegar a casa empapada, un rojo intenso y demoníaco me ( Read more... )

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Madrugar para ir a una clase sobre el vaciado terminológico y demás entelequias es algo frustrante, así que tras el pitillo de rigor con mi libélula favorita, he vuelto a casa. Ahora tengo aquí otro cigarro, un trocito de chocolate negro y Building a fire en modo repeat porque en este momento es la canción más bonita del mundo entero. Hace un día ( Read more... )