Fandom: Naruto
Pairing | Género: Naruto/Sasuke | Angst.
Palabras: 2.246.
Rating | Advertencias: MA | Spoilers hasta el capi 495 del manga. Post-series.
Notas: En la
Parte 1.
(
cap 1 |
cap 2 |
cap 3)
De lo oscuro
Capítulo 2.
El lugar es más oscuro de lo que recordaba. La otra vez fue sencillo seguir el camino hasta el Zorro, con el enfado de Naruto en aquel momento era sencillo ver con el sharingan la fuente de puro poder que provenía de él. Pero esta vez está todo demasiado tranquilo, y tarda un rato más en encontrarlo. Al igual que en aquella ocasión, Naruto mira al Kyubi pero esta vez no hay chakra rodeándole, ni se ven sus dientes en la oscuridad, y además Naruto está más cerca, a medio metro escaso de la jaula.
Frunce el ceño y se acerca, despacio, sopesando si hablarle directamente o esperar a ver como reacciona.
Su cuerpo se tensa cuando se da la vuelta. Le devuelven la mirada unos ojos oscuros y vacíos, y una sonrisa que le recuerda demasiado a la del zorro.
Sasuke traga saliva.
- ¿Quién eres tú?
- ¿Como que quién soy? ¿Es que no me reconoces?
Le mira, con expresión impertérrita. No hay nada en la mirada del ser que le indique que es Naruto, pero tampoco parece que mienta. No le gusta. Todavía menos cuando puede escuchar el chakra del zorro burbujeando tras los barrotes a la espalda del falso Naruto.
- ¿Donde está?
- ¿Quién? - pregunta, ampliando la sonrisa.
- Tienes tres segundos para decirme donde está Naruto.
Ladea la cabeza.
- Yo soy Naruto.
La paciencia nunca ha sido una de las virtudes de Sasuke, y ya ha tenido bastante de esta estupidez, así que saca la katana atada a su espalda y la pone a un milímetro de su cuello, amenazante.
Ahora se alegra de haber convencido a Tsunade de que le dejara ir armado.
- Oh, ¿vas a intentar matarme otra vez? Qué es, ¿un hobby personal? Lo de matar a las personas que te aprecian, digo.
Sasuke entrecierra los ojos.
- Siempre igual, ¿eh, Sasuke?
Y hay algo en la manera en que pronuncia su nombre que le hace dudar por primera vez. Solo Naruto lo pronuncia así, es como si ignorara el 'sa', pasara de puntillas por el 'su' y siempre hay un tono que parece que le doliera pronunciar el 'ke' final. Pero no puede ser él, porque es imposible que le mirara con tanto rencor. Y aún así...
- Realmente, empiezo a estar un poco harto de ti, ¿sabes?
Ahora espera que realmente no sea él porque esa última frase le está congelando el corazón.
- Yo nunca te he pedido nada.
- No, por supuesto que no has pedido nunca nada. Nunca he querido que lo hagas. Pero, ¿sabes? igual es ese tu maldito problema. Eres incapaz de pedir nada porque eso implicaría sentir. Y como narices va el gran Uchiha Sasuke a sentir algo por alguien o por algo. Hasta este jodido zorro que tengo detrás siente más que tú, maldita sea.
No se deja intimidar.
- Fue cosa tuya traerme de vuelta, Naruto, ¿acaso esperabas que por eso...?
- ¿Te crees que esto es por mí? - niega la cabeza, con una sonrisa de condescendencia que Sasuke nunca le había visto -. Idiota. El mayor bastardo de todo el país del fuego es encima idiota.
Puede ver las diferencias con el Naruto que él conoce, los ojos oscurecidos, la ira en la expresión, nada de lo que ve normalmente en sus mirada. Pero no han peleado en serio desde que volvió, dos costillas rotas no cuentan como "en serio", y ahora no sabe qué pensar. Porque parece Naruto, y aunque no hable como él le siente ahí, dentro de ese cuerpo, en el chakra que llega hasta su espada.
- No he venido aquí a hablar contigo, dime donde está Naruto o te juro por todo lo que tengo que te rebanaré la garganta.
- ¿Qué es lo que tienes, Sasuke, para poder jurar sobre ello?
Su sonrisa torcida se amplía, mostrando los colmillos, y levanta una mano hasta apoyarla en el filo. Sasuke ve como la sangre corre por su brazo y cae al encharcado suelo y en ese momento es cuando sabe que no podría llevar a cabo su amenaza porque es él. En parte siente que se rompe porque sabía que ese día llegaría, en su interior, el día en el que Naruto se diera cuenta de que Sasuke no tenía solución.
Ni futuro.
Así que tira la espada a un lado, apartándola de su mano ensangrentada y para ilustrar que va en serio, siguiendo un impulso, desactiva el sharingan de sus ojos.
- ¿Qué quieres entonces, Naruto? Dime, eh, ¿qué quieres? ¿Que te escuche? Lo estoy haciendo. Habla, ya que por una vez estás diciendo lo que piensas de verdad.
Naruto ladea la cabeza, manteniendo su mirada, y por primera vez en su vida Sasuke siente inseguridad delante de él y siente tentaciones de agacharse de nuevo a por su katana. Comete el error de desviar la mirada cuando escucha un sonido (¿un gruñido?) en la oscuridad, más allá del metal, y el rubio adelanta el brazo y le sujeta del cuello, dando la vuelta con él a rastras hasta empujarle contra las frías barras de la jaula del demonio. Siente la sangre caliente escurrirse desde el cuello hasta sus clavículas pero no tiene importancia cuando esos ojos negros, que ahora parecen más oscuros que los suyos propios, se le clavan como si le penetraran el alma.
Sigue con la misma sonrisa horrible, casi obscenamente malvada. Quiere borrársela de un puñetazo pero también quiere seguir, y averiguar qué es lo que pasa por su mente. Le sorprende pensar que Naruto haya sacado por fin todo aquello que guardaba debajo de todo, y, aunque le sorprenda el nivel de rencor, Sasuke es como un gato curioso con él, no soporta que haya algo que no conoce.
- ¿Quién es el que quiere matar a quién? - responde, provocándole, alzando la comisura en una torcida sonrisa.
Pero Naruto empieza a apretar los dedos en torno a su cuello, y piensa que quizá ha pasado el límite. Quizá lo sobrepasó aquella vez, cuando era Sasuke quien tenía su vida en sus manos ensangrentadas y forzó todo hasta el último segundo. Cuando intentó matar todo lo que se ponía delante, y lo único contra lo que no pudo fue quien ahora parece su verdugo.
- Pensaba que ya lo había dejado claro - le dice, apretando un poco más. Las manos de Sasuke intentan apartarle, pero siente como si no tuviera fuerza -. Ni lo intentes, Sasuke, demasiado tarde. ¿No te das cuenta de donde estás metido?
Sasuke mira a su alrededor y el tono rojizo que tienen las cosas le dice que está encerrado en el chakra del zorro y éste está interfiriendo con el suyo. Mierda. Estaba tan fascinado por esa faceta desconocida de su amigo que ni siquiera sabe cuándo ha pasado. El aire pasa en un hilo por su garganta, todavía puede respirar pero sabe que es porque él lo está permitiendo.
- Realmente podría matarte aquí mismo. Es lo que más me gusta de este lugar. Tengo la fuerza del Kyubi y ninguna de las consecuencias - mientras lo dice se acerca a él, sin soltar el agarre pero sin hacerlo más fuerte. Los brazos de Sasuke están sujetos a su cuerpo por dos burbujas llameantes de chakra rojo -. Quizá debería hacerlo. De todas formas, ¿cuántas son las veces que has intentado matarme tú desde que te marchaste?¿Cuatro, cinco?
En el momento en el que Naruto pronuncia esa frase, lo entiende todo. No es odio, ni desprecio, ni siquiera es rencor lo que ha generado esto.
Es miedo. Tiene miedo a perderle de nuevo. Cuando lo asume es como si el chakra rojo hubiera traspasado su piel y le agarrara las entrañas en un puño. Y si Naruto está siendo sincero, por una vez, quizá es momento de que él también lo sea.
- Una - jadea -. Te quise matar una vez.
A un palmo de su cara, los pozos oscuros que tiene por ojos se abren por la sorpresa, después se entrecierran en desconfianza y finalmente sonríe, sin apartar la mirada.
- Estamos empatados, entonces.
Libera su garganta de la presión sin apartar del todo la mano y Sasuke coge aire, llenando sus pulmones. En la segunda bocanada, no es solo aire lo que entra en su boca, porque el rubio adelanta la cabeza y su lengua lo llena todo, le recorre el paladar, y su lengua, y la suave piel de debajo y Sasuke se pregunta si era esto lo que realmente quería.
Se pregunta si era también lo que quería él mismo.
Porque al segundo está él también peleando por el control, sus manos ya liberadas del chakra (¿cuándo ha pasado?), agarrándose a él como a un clavo ardiendo. Tiene los labios ya hinchados cuando Naruto los deja para bajar hasta su cuello, mordiendo la piel oculta bajo su propia sangre, aún sin secar. Baja hasta las clavículas apartando la camiseta y Sasuke se la quita, impaciente. Ve un atisbo de la sonrisa predadora de Naruto bajo la sombra de sus ojos y un escalofrío le recorre la columna arriba y abajo y baja hasta donde la espalda pierde su nombre.
Ahora que ha empezado, no sabe como parar ni si quiere o si debería, porque el agua le inunda las botas y los barrotes están fríos y no debería tener tanto calor. Está dentro del subconsciente de Naruto, y lo más raro de todo es que se siente más real que lo que ocurre fuera.
Ahora Naruto se ocupa de morderle desde el cuello a la clavícula, volviendo a subir hasta su oreja y está seguro de le tiene que estar haciendo sangre con los colmillos pero no le importa, no cuando le siente ahí abajo, donde la fricción de su pierna entre las suyas hace que le arda todo, y se derrite, se derrite en su saliva y quiere decirle que pare porque le duele, le duele que no sea el Naruto real el que le haya hecho saber que quería esto, le duele su propia cobardía y ceguera para no verlo de él mismo.
En vez de eso le baja la cremallera de la chaqueta y la tira sin mirar, y prácticamente arranca su camiseta, arañandole por el camino, solo para atacar otra vez sus labios, y dejar que deambule por su boca con la lengua, trazando el camino de su mandíbula hasta el cuello, pasando con el peso de una pluma por su pezón y descendiendo rápido por el esternón, y puede sentir la sonrisa en la piel tensa del estómago cuando desata el pantalón y le libera y le lame, le lame de arriba a abajo lento y desesperante, y caliente como el fuego maldito. Sasuke deja escapar un vergonzoso gemido que intenta disimular pero es absurdo cuando Naruto está comiéndole entero. Para, y Sasuke gruñe de insatisfacción hasta que mira hacia abajo y ve que está llenando dos de sus dedos con saliva y el gruñido se convierte en una mezcla de anticipación y miedo.
La lengua de Naruto no le da tregua y caracolea de nuevo navegando entre sus ingles mientras uno de los dedos le penetra. Sería incómodo si no tuviera la mitad del cerebro ocupado en su entrepierna y la otra mitad en conseguir que las rodillas no le fallen. La segunda intromisión la nota más (dios, lo largos que tiene los dedos, no se había fijado nunca pero son eternos), y es molesto al principio pero no doloroso, o al menos no lo suficiente. Cuando Naruto coge el ritmo, Sasuke empieza a tener problemas en si prefiere que sus caderas vayan hacia delante (su boca, húmeda, caliente) o hacia detrás (sus dedos, profundo, queman) y al final deja escapar un Naruto casi doloroso.
Por suerte, le hace caso y se levanta, le sujeta las piernas para alzarle y situarse en su entrada. Va a doler, piensa, y se agarra a los barrotes mientras Naruto se coloca en su entrada, y levanta la mirada según comienza a empujar y le mira a los ojos y son los suyos, azules como el cielo en verano.
Sasuke le besa, sintiéndose mucho más aliviado de lo que esperaba y deja que entre en él y ahora es mucho más fácil todo, dejar que Naruto lleve el ritmo y le bese y murmure que le echa de menos.
El ritmo empieza suave pero Sasuke no tarda demasiado en exigir más, le duele pero menos de lo que debiera, o quizá es que le gusta demasiado pero le apremia, hunde los dedos en su espalda estirandole la piel y Naruto empuja más fuerte contra los barrotes y cada vez es todo más rápido, más rojo, más caliente y Sasuke sabe que nunca nada se comparará a ser uno con él.
Se corre en ese momento, con un calor incandescente que le nace en el bajo vientre y le recorre todo el cuerpo en oleadas, y oye vagamente un gruñido bajo de Naruto pronunciando su nombre y se empuja contra él en las últimas embestidas. Se desliza, suave, hasta apoyar los pies en el suelo, y le mantiene apretado contra él.
Pasan minutos mientras recuperan la respiración y Sasuke no sabe muy bien qué decir.
- Naruto - susurra contra su oreja.
- ¿Sí?
- Ahora toca despertar.
- ¿Qué quieres de-?
Vuelve a activar el sharingan y para Naruto todo es rojo, y luego, la nada.
Siguiente capítulo.