-De verdad no quería ser yo quien te dijera esto -habla Kai tras unos buenos diez minutos de silencio. Baekhyun alza la vista hacia él con curiosidad. Hace ya casi dos horas que aquel día de escuela terminó, y los pasillos están prácticamente desiertos. Sabe que probablemente los echarán pronto, pero honestamente, Baekhyun no cree poder levantarse ahora mismo, ni mucho menos caminar. Ni siquiera es rechazo lo que siente. Culpa, tal vez, pero eso es solo una parte. Simplemente se siente triste. Muy, muy triste-. ¡Oye! -Kai chasquea los dedos frente a su rostro-. ¿Acaso escuchaste lo que te dije?
Baekhyun parpadea una sola vez y sacude la cabeza, aturdido. Su compañero suspira y se pasa las manos por la cara.
-Quita ese puchero, en serio. Sé que debes sentir que tu vida está acabada, pero no es así. Hasta puede que haya una forma de solucionar esto.
La idea le despierta interés a Baekhyun, pero no lo exterioriza. Y hará puchero todo lo que quiera. Es el hyung de Kai, por lo que no va a hacer nada que ese niño le diga. Acaba de arruinar múltiples vidas en el transcurso de las últimas veinticuatro horas, así que cree que tiene derecho a un poco de depresión.
-Chanyeol -prosigue Kai con lentitud, solo tras asegurarse de que cuenta con la atención total del otro-, por algún motivo extraño que definitivamente no comprendo… está enamorado de ti.
No le resulta ninguna sorpresa que la primera e inmediata reacción de Baekhyun sea negarlo. Mira cómo su hyung ensancha los ojos antes de sacudir furiosamente la cabeza.
-Claro que no… -replica él con voz suave.
-Sí -insiste Kai-, lo está. Pero como dije, tú debes ser una de las personas más idiotas que jamás ha pisado este planeta, así que no es de extrañar que no lo supieras.
-No -discute Baekhyun, y el menor lo observa, mitad divertido y mitad con lástima, mientras su rostro pasa de la tristeza al pánico en dos segundos clavados-. No puede estarlo. Yo… yo soy…
-¿Eres qué? -interroga Kai, y vaya que ahora se la ha cargado, porque ha estado esperando este momento durante años, literalmente. Ver cómo la comprensión pasa a reflejarse en el rostro de Baekhyun es algo que necesita presenciar. Y va a asegurarse de que pase. Ahora mismo-. ¿Eres la única persona a la que Chanyeol le permite entrar a su habitación? ¿La única persona con la que ha hablado en años? ¿La persona a la que busca constantemente por los pasillos, todos los días?
-No -se empecina el otro con desespero, y Kai tiene que apretar los puños para evitar darle un sopapo-. Yo soy su mejor amigo. Era su mejor amigo.
-¡Cállate! -brama Kai, incapaz de contenerse al abofetearle varias veces un brazo al muchacho-. No terminé de hablar. Eres un estúpido, así que nunca lo notaste, pero yo sí; lo he visto todo. -Baekhyun abre la boca para replicar pero la cierra velozmente cuando Kai le da otro golpe. No con mucha fuerza, sólo la suficiente para callarlo-. Tú no tuviste que verlo prácticamente enajenarse cada vez que conseguías un novio nuevo. O cuando faltas a la escuela, Chanyeol se la pasa merodeando por ahí como un cachorrito perdido, buscándote. Y cuando alguien intenta hablarle, ¿has visto siquiera cómo te mira? ¿Como si te estuviera pidiendo permiso? ¿Y por qué crees que siempre estoy jodiéndote con que lo trates mejor? ¿Crees que lo hago porque soy un enfermo y me entretiene?
Baekhyun se muerde un labio y niega con la cabeza.
-Básicamente, el planeta de Chanyeol gira en torno a ti. Eres como su sol. Aguarda… ¿he escuchado esa frase en alguna otra parte? -Kai ladea la cabeza y frunce el entrecejo, pensando con fuerza. Baekhyun deja que pasen unos segundos para ver si su compañero logra recordarlo, pero no.
-Es de Crepúsculo -le ofrece en voz baja, sorbiendo luego por la nariz. Kai abre grandes los ojos y una expresión de disgusto se le dibuja instantáneamente en el rostro.
-Oh, dios, sí es de ahí, ¿no? -dice, arrugando la nariz-. Es culpa de mi hermana. ¡Pero bueno, es verdad! Tú eres Edward y Chanyeol es tu pequeña Bella, tan irremediablemente enamorado de ti que resulta triste. Y siempre lo estará, sin importar qué clase de idioteces hagas.
-De acuerdo, ya detente -murmura Baekhyun contra sus brazos, que los tiene rodeándole las rodillas-. Sólo consigues que me sienta peor.
-Lo lamento -se disculpa Kai, de una manera que le hace saber que no lo lamenta para nada-. ¿Acaso te parezco un terapeuta? Carajo… -Se pasa una mano por el cabello, haciendo que quede despeinado en todas direcciones-. Sólo créeme, ¿sí? Por favor, Baek. ¿Por qué te lo diría si no fuera verdad? ¿Realmente crees que quiero ver cómo su relación cae en picada? -Tras una breve pausa, agrega-: Más de lo que ya lo ha hecho, quiero decir.
-Te creo -dice Baekhyun lentamente-, de verdad.
Pero el arribar a esta nueva conclusión sólo le hace sentirse peor. Ahora que Kai se lo reveló, Baekhyun comprende cuán imbécil fue por no haberse dado cuenta nunca.
Recuerda una noche en particular, el año antes de que Kim Jonghyun siquiera apareciera en el panorama. Antes de que Kai y Chanyeol fuesen buenos amigos y cuando todo era relativamente normal. Era viernes a la noche así que, naturalmente, estaban en el cuarto de Chanyeol, holgazaneando y viendo películas como siempre. Baekhyun acababa de mandar al cuerno a otro de sus novios y se estaba quejando al respecto con su mejor amigo.
-… y además era aburrido y le gustaba la música extraña, y era bastante malo besando. -Baekhyun le soltaba aquel rollo y Chanyeol se encontraba sentado, aparentemente absorto en la película. Sabía que su amigo nunca le ponía atención cuando le hablaba sobre sus problemas de noviazgo, y por eso le sorprendió que se volteara hacia él con una expresión en el semblante inusualmente seria.
-Deberías ser mi novio y listo -le dijo, y a pesar de que la película seguía reproduciéndose, en la mente de Baekhyun todo quedó completamente en blanco. Miró a Chanyeol con ojos como platos, bastante seguro de que su rostro debía tener la expresión menos atractiva imaginable. El muchacho alto le analizó la cara durante uno o dos minutos, recorriéndosela de un lado al otro con la vista. Baekhyun tenía ganas de huir como un bólido de allí. Chanyeol lo estaba asustando, para ser honesto.
-Yo… ehm… ¿qué? -farfulló, y tuvo que parpadear porque la expresión de su amigo cambió tan rápidamente. La nefasta línea en que se había transformado su boca se convirtió de inmediato en aquella sonrisa amplia a la que estaba acostumbrado.
-¡Solo bromeaba! -dijo Chanyeol, estallando en carcajadas y volteándose para continuar viendo la película, con aquella espantosa sonrisa aún en el rostro.
Baekhyun trató de calmar a su corazón descontrolado y se juró que jamás volvería a recordar ese momento.
Justo cuando creía que finalmente se las había apañado para recobrar la compostura, más lágrimas se le acumulan velozmente en las pestañas. Literalmente se siente tan asqueado de sí mismo que cree que va a enfermarse. Piensa en Chanyeol llorando en el pasillo hace sólo unas horas y se pregunta si habrá llorado más veces antes por él.
-Ahí está -murmura Kai, suspirando con lo que parece ser alivio.
Baekhyun simplemente lo mira, a sabiendas de que si abre la boca va a expulsar sonidos nada agradables. Y hasta puede que algo más también.
-Esa mirada -prosigue, y el rostro se le ilumina como si hubiera visto a la Virgen María manifestándose en una papa frita o algo-. Por fin, por fin… algo le ha llegado a ese cerebrito tuyo del tamaño de una arveja.
-¿Qué? -dice Baekhyun, con la voz ronca y sonando extremadamente lastimero. No aprecia mucho que lo insulten, sobre todo cuando tiene la moral tan baja en primer lugar.
-Todos, por favor, recuerden esta fecha -exclama Kai hacia el corredor totalmente vacío, excepto por un único y frágil conserje-. En este maravilloso jueves a las 5:47 de la tarde, finalmente el estúpido de Byun Baekhyun se dio estúpidamente cuenta de que su mejor amigo está estúpidamente enamorado de él.
-Cállate, por favor -gimotea él entre sus rodillas, sin saber por qué Kai está tan feliz y jocoso cuando él tiene la vida más o menos arruinada-. Ya ni siquiera importa ahora. No creo que vaya a perdonarme jamás.
-Oh, por favor. -Kai pone los ojos en blanco-. Has hecho un sinfín de estupideces sólo en el transcurso de los años que llevo conociéndote. No puedo ni imaginarme lo que habrá sido antes de que yo llegara. -Baekhyun deja escapar un sonido grave de su garganta para hacerle saber que lo ofendió, pero el menor igual continúa. Baekhyun no lo ha visto tan genuinamente feliz, como ahora, en semanas. Se alegra de que, por lo menos, su vida tan hecha mierda pueda llevarle alegría a alguien-. Estoy seguro de que Chanyeol te perdonará. O sea… no debería; le has causado traumas más que suficientes. Pero por alguna razón, así de enamorado está de ti. Tienes que compensárselo. Demuéstrale que estás real y verdaderamente arrepentido y que harás tu mejor esfuerzo por no volverla a cagar.
Baekhyun no responde enseguida, lo cual le hace ganarse un puñetazo más de parte de Kai.
-¡Ah! -sisea, sujetándose el brazo que probablemente amanecerá cubierto de moretones.
-Lo harás, ¿no es así? -inquiere Kai, de vuelta en su modo sobreprotector-. Esta vez te estoy ayudando, pero su vuelve a ocurrir, juro por dios que no tendré reparo en molerte a palos.
-¡Sí, lo haré! Cielos… ¿y quién dice «reparo» hoy por hoy? -Baekhyun se frota el brazo dolorido. Sin embargo, tiene que admitir que, a pesar de que Kai es más abusivo y bipolar que la mierda, tiene un buen corazón. Al menos eso cree.
El hecho de que Chanyeol pudiera en verdad perdonarlo le resulta algo disparatado. No es que no lo desee, pero hasta Baekhyun se da cuenta de que la ha embarrado a lo grande, y que solamente un santo lo disculparía por lo que hizo.
Tal vez eso sea Chanyeol: un santo.
En cualquier caso, Baekhyun está determinado a arreglar las cosas. Lo único que quiere es a su mejor amigo de vuelta, nada más.
Kai se pone de pie y se suena la espalda antes de extenderle una mano a Baekhyun para ayudarlo a pararse.
-¿Alguna idea sobre cómo vas a hacer esto? -le pregunta.
-Sí, eso creo -responde él, con las piernas adormecidas-. Voy a necesitar un pez dorado. Y un montón de bulgogi.
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