Título: Las alas de un esclavo.
Autor:
yukojudithzzSpoilers: Hasta la 6 temporada, principalmente por los personajes pero no creo que se desvele ningún detalle importante.
Rating:NC-17
Warnings: AU/AR, mención de sexo en grupo
Fandom: SPN (Supernatural)
Pairing: Dean/Castiel (Destiel)
Summary:Dean y Castiel exploran su relación haciendo pequeños avances.
Disclaimer: No son míos y no gano nada con ellos.
Capítulo 07. Capítulo 08.
Dos semanas habían pasado sin que Dean supiese nada nuevo sobre su hermano, estaba cansado de permanecer casi siempre en casa leyendo y entrenando, Castiel insistía en que era por su propio bien pero el hombre sabía que su intento de fuga tenía bastante que ver, sobretodo porque más de una vez el ángel había pillado a Dean escabulléndose en plena noche hasta la puerta de la entrada, por desgracia para el humano Cas se había apostado en el diván del comedor desde dónde tenía visión directa con la puerta de su dormitorio. Pero no podía evitar querer salir de aquel lugar, no porque quisiera alejarse del ángel, se había acostumbrado a su inexpresividad y a su descarada sinceridad, y el episodio del beso estaba totalmente olvidado o al menos Dean se obligaba a creer eso, pero no soportaba no tener nuevas noticias sobre Crowley y su hermano. Lo único que Castiel había descubierto durante aquellos días era que el demonio era dueño de una cadena de restaurantes bastante lucrativa y, hasta dónde había averiguado, totalmente legal. No había indicios de actividad ilegal por ninguna parte y la única forma de entrar en la casa de Crowley era llamar a la puerta y esperar que tuviese la amabilidad de dejarles entrar y registrar su sótano en busca de su hermano encadenado a la pared.
Así que cuando Castiel volvió de la oficina aquella tarde Dean se plantó delante de él y le exigió respuestas.
-No puedo hacer nada más Dean, creo que he agotado las vías legales e incluso algunas ilegales.- Castiel entró en la cocina seguido del humano.
-Hace dos semanas Cas y no sabemos nada nuevo, al menos podríamos haber ido a una de las peleas y ver s...-
-No Dean.- el ángel abrió la nevera y sacó un par de refrescos entregándole uno al humano.- Voy a hacerme un sandwich vegetal, ¿quieres uno?-
-No, no quiero un puto sandwich, quiero saber dónde está mi hermano.- dijo con ira contenida.
-Cálmate Dean.- el ángel acarició el pelo del humano quien se apaciguó ante el gesto.
-Odio que hagas eso...- susurró entrecerrando los ojos. En el rostro del ángel se formó algo parecido a una pequeña sonrisa.- No lo entiendo... ¿Porqué me pasa eso? Debería estar gritándote... quiero gritarte... estoy enfadado...-
-¿Lo estás? ¿Quieres gritarme?-
-No lo sé.- Dean apartó la mano del ángel bruscamente, apretando los dientes.- ¿Qué es esto?-
-No estoy seguro... pero creo que es por la marca...-
-Genial...-
-Compartimos parte del alma y por eso es más fácil para mí hacer que te calmes.-
-¿Seguro que es eso?- el ángel se encogió de hombros como única respuesta.
-Meg quiere que vaya a su local esta noche.- dijo de pronto de la nada, Dean se tensó y frunció el ceño.-Quiere hablar de algo importante... quiere que vaya sólo...-
-Sabes perfectamente que lo único de lo que quiere hablarte es de cuanto quiere follarte y después follarte o hacer ambas cosas a la vez.- dijo Dean apretando fingiendo indiferencia y fallando estrepitosamente, mirando como el ángel preparaba su sandwich con calma. En su mano seguía la lata del refresco que Cas le había dado, aún sin abrir, apretándola entre sus dedos podía sentir un poco de aquella tensión escaparse.
-Le he dicho que me era imposible, que si quería hablar viniese aquí o me lo contase por teléfono. Pero dijo que podía esperar.-
-Ya... no entiendo porqué no tienes trampas para demonios en casa... -
-Porque entonces gente como Ruby y Meg no podrían entrar aquí. Además nunca había sido atacado por demonios en mi propia casa. Aparte soy un ángel y no lo necesito.-
-Nunca he visto a ninguna de ellas por aquí, sólo a algún compañero de tu oficina y a Chuck.-
-No me parecía bien estando tú aquí.-
-Osea que cuando yo no estaba, Meg te hacía visitas privadas...- Castiel terminó de hacer su cena, tomó su refrescó y caminó fuera de la cocina seguido del humano, sentándose ambos en el sofá del comedor.
-No Dean. Y no insistas con ese tema, no entiendo tu obsesión.- Quizás la actitud de Dean no era la más adecuada, ellos simplemente eran amo y esclavo, quizás amigos como mucho, y el humano no entendía porqué a veces parecía actuar como una novia celosa. Si Castiel quería acostarse con mil demonios, adelante, que lo hiciese. Quizás sólo se trataba de envidia, quizás Dean necesitaba algo de diversión por su parte.
-No estoy obsesionado... da igual, olvídalo.- Dean encendió la tele y dejó un canal en el que estaban dando la que se había convertido en su serie favorita. Después de unos minutos el ángel habló.
-Mañana por la noche hay una pelea, en el parking del centro comercial.- Dean se giró a mirarle, sorprendido. Podría preguntarle porqué no le había dicho nada antes pero prefería ahorrarse las explicaciones.- A las once de la noche. Crowley estará allí y también Sam. Es el favorito en las apuestas. Iremos e intentaremos acercarnos a él de alguna forma.-
-¿Iremos?-
-Tú y yo.-
-¿Bromeas? ¿No me vas a soltar ese royo de "no es seguro para ti Dean" como sueles hacer?- el ángel negó con la cabeza dando después un pequeño mordisco a su sandwich.- ¿Porqué quieres que vaya?-
-Querías ver a tu hermano, ¿porqué cuestionas mi decisión?- Castiel le miró confuso.- Pensaba que era lo que querías.-
-Lo es... pero no es típico de ti, seguramente no me hubieras dicho nada sobre la pelea ni me hubieses propuesto ir contigo.-
-Odio verte arrastrándote por los rincones de la casa, de mal humor, deprimido... creo que si ves a tu hermano dejarás de hacer eso... al menos lo espero.-
-Gracias Cas.- Dean le quitó lo que le quedaba de sandwich a Castiel y se lo comió de un mordisco.
-Vete a dormir, ya es tarde.- Castiel señaló su reloj de pulsera en el que Dean pudo ver eran más de las doce.
-Hoy has llegado muy tarde.- dijo casualmente mientras se levantaba del sofá.
-Horas extras.-
-¿Así lo llaman ahora?- preguntó sonriendo el humano, el ángel le miró sin comprender.- Buenas noches Cas.- dijo agitando la cabeza y poniendo los ojos en blanco durante unos segundos.
-Que descanses Dean.-
Miró el despertador de su mesita en el que marcaban las 4:47 de la mañana, hacía horas que se había metido en la cama y no hacía más que dar vueltas, intentando cerrar los ojos para atraer el sueño, pero por más que lo intentaba los nervios que se acumulaban en su estómago no le permitían dormir. La certeza de saber que la noche siguiente podría ver a su hermano hacía que todos sus sentidos estuviesen alerta y aunque no le importaba pasar una noche en vela sabía que necesitaba estar a pleno rendimiento por si las cosas se ponían serias al día siguiente. Dean alzó la cabeza sintiendo una presencia en la puerta de su habitación.
-¿No puedes dormir?- Pese a la oscuridad pudo ver al ángel de pie apoyado con una mano en el marco de la puerta.
-No... estoy nervioso.- el humano se incorporó y sonrió al ver al ángel acercarse, nunca le había visto en pijama y se le hacía cuanto menos gracioso verle con aquellos pantalones a cuadros azul oscuro y negros.-¿A quien le has robado eso?- preguntó agarrando la pata del pantalón del pijama de Castiel cuando este estuvo sentado en la cama.
-Fueron un regalo.-
-De alguien que no te quería...-
-A mí me gustan.-
-Entonces todos felices.- Dean sonrió de nuevo y su sonrisa se volvió más amplia al sentir la mano del ángel rozando su cabello.- ¿Se les olvidó regalarte la parte de arriba?- Castiel ignoró su pregunta y se dedicó a recorrer el rostro del humano con la punta de los dedos.- ¿Esto se va a convertir en una costumbre?- susurró sin esperar una respuesta.
-¿Quieres que me quede hasta que te duermas?- Dean negó lentamente.- ¿Seguro?- el humano dejó escapar un suspiro y volvió a negar.- ¿No estás seguro o no quieres que me quede?- preguntó confundido. La mano del esclavo comenzó a subir desde la pata del pantalón por el pecho desnudo del ángel hasta llegar a su cuello y quedarse con fuerza agarrada a él.
-Quédate...- susurró con voz ronca cerca de su boca para después besarle tiernamente, simplemente posando sus labios sobre los del otro hombre, moviéndolos muy lentamente y apartándose de ellos después mientras sentía un escalofrío recorrerle la nuca. Miró los ojos azules de su amo, brillando levemente en aquella oscuridad aterciopelada de la habitación y se preguntó si era algo que todos los ángeles compartían o quizás era su mente que le estaba haciendo ver visiones.- ¿Qué me estas haciendo Cas?- preguntó sin respirar mientras recorría con la punta de sus dedos los labios del ángel sin apartar la vista de ellos.
-No lo sé...- contestó con sinceridad el ángel, frunciendo un poco el ceño mientras sentía la mano tras su cuello empujarle hacia delante viendo como Dean se tumbaba de nuevo sobre la cama. Su cuerpo cayó delicadamente sobre el del humano y los dedos que había sobre sus labios le abandonaron para ocupar su espalda.- ¿Es malo?-
-Puede... no lo creo...- la lengua de Dean se aventuró fuera de su boca y lamió los labios de Castiel quien dejó escapar un gemido ahogado que se perdió en la profundidad de su garganta. El esclavo agarró fuertemente la cintura de su amo y le giró hasta estar él encima, con una de sus piernas entre las de Castiel. Ahora las manos de Dean estaban en todas partes, intentando tocar todo el cuerpo del ángel, mientras su boca besaba de forma apasionada los labios de su amo.
-Dean...- susurró cuando el humano le dejó espacio para respirar.- Hace calor...- dijo estúpidamente acariciándole la espalda. Dean sonrió y mordisqueó su cuello, arañando con sus dedos los costados del ángel mientras su pelvis se movía friccionando su entrepierna contra el muslo de Castiel. El humano podía sentir como la sangre se acumulaba en su miembro y comenzaba a endurecerse gracias al rozamiento. En su propia pierna sentía la excitación del ángel que también cobraba vida lentamente. Dean no estaba muy seguro si eso le excitaba más o le creaba una extraña sensación de desazón, probablemente ambas cosas.
-Es normal Cas...- dijo atacando otra vez aquella boca que tan casta le parecía y que tantas ganas de corromper tenía. Su lengua inspeccionaba aquella cavidad encontrando la lengua del otro hombre y jugando con ella. Su cuerpo se movía sólo y sus manos tenían vida propia rasgando los pezones del ángel con delicadeza.
-No... no es normal...- dijo el ángel apartando a Dean, haciendo que este se sentase sobre él mirándole con la misma expresión de aturdimiento que ambos compartían en aquel momento.- Nunca he... sentido este tipo... de calor...- respiraba con algo de dificultad mientras con sus manos hacía gestos sobre su pecho.- Es como... si viniera de dentro...- el humano se mordió el labio inferior mientras le sonreía. Pasó la pierna que tenía entre las de Cas hasta el otro lado de su cuerpo, sentándose cómodamente sobre él, poniendo sus manos a cada lado del la cabeza de su amo y agachándose como un depredador sobre su presa indefensa.
-¿Seguro que es de ahí de dónde sale el calor?- preguntó con un ronroneo que mandó vibraciones a cada terminación nerviosa del cuerpo del ángel. Este no contestó, se limitó a mirar al hombre sobre él con expectación y algo de miedo.- Creo que viene de un poco más abajo... Quizás de aquí...- Dean se movió sobre el miembro semierecto de Castiel, presionando con todo el peso de su cuerpo.
-No hagas eso...- musitó el ángel asiendo con sus manos la cintura de su esclavo.
-¿Porqué?- dijo contra el oído de Castiel.- ¿No te gusta?-
-Sí... Pero no está bien...- aunque sus palabras decían lo contrario con sus manos, aún aferradas al cuerpo del humano, acompañaba el movimiento de sus caderas.
-Tienes razón...- Dean paró su movimiento y resbaló del cuerpo del ángel. Sonriendo volvió a hablar.- Hace calor...- se quitó la camiseta, lanzándola a los pies de la cama mientras los ojos del ángel le miraban con perplejidad. Después fueron sus pantalones lo que abandonaron su cuerpo, reuniéndose con las sábanas de la cama que permanecían hechas una maraña sobre el colchón.- Mejor...- volvió a posicionarse en la misma situación, sobre el cuerpo caliente y vibrante de aquel ser celestial sin alas.
-Dean no quiero... aprovecharme de ti...- Dean rió y se acercó a acariciar aquel cuello de tono níveo con su nariz.
-¿No crees que soy yo el que se está aprovechando de ti?- dijo mientras mordía el lóbulo de su oreja.
-No... y tampoco me importaría...- los labios del ángel se curvaron en una sonrisa.- Si es así como te aprovechas... puedes hacerlo... siempre que quieras.- Dean siguió de nuevo con el movimiento de su pelvis.
-Supongo entonces que no quieres que pare.-
-Supongo que no...-
-Bien...- ronroneó contra los labios del ángel y los lamió con lujuria, mientras enterraba sus manos en el pelo azabache de su amo. Castiel no sabía que hacer con sus propias manos, así que las dejó sobre el pecho del humano.
-¿Dónde has... aprendido esto?- preguntó Cas entre los besos vehementes del humano.
-Cuando tenía quince años conocí a una chica a la que le encantaba el dry humping...-
-¿El qué?-
-No importa Cas... deja de hablar...- las caderas de Dean le envistieron con más fuerza y Cas no pudo evitar levantar su pelvis para sentir más aquella fricción contra su miembro. - Espera... tengo una idea...- dijo bajándose del cuerpo del ángel y tumbándose a su lado dándole la espalda. Buscando tras de sí encontró uno de los brazos de Castiel y tiró de él hasta tener su cuerpo presionando su espalda. Podía sentir el miembro del ángel como encajaba de forma perfecta entre sus nalgas y se movió contra él, deslizándolo contra su trasero. El ángel dejó escapar un leve gemido junto al oído del humano.- Muévete Cas...- le dijo mientras aún sostenía el brazo del ángel y comenzaba a resbalar su mano por él. Castiel hizo caso de las palabras del otro hombre y comenzó a mover sus caderas a un ritmo pausado y constante.
-¿Así?- musitó de nuevo.
-Sí...- los dedos de Dean se pararon hasta llegar a la muñeca del ángel, entonces se cerraron sobre ella con fuerza y llevaron la mano de Castiel hasta sus calzoncillos, haciendo que tocase por encima de la tela su abultado miembro que ansiaba ser liberado.- Tócame...- Dean guió el movimiento del ángel hasta que sintió que no necesitaba su ayuda.- Oh Cas...- echó la cabeza hacia atrás mordiéndose el labio a la vez que sacudía su cuerpo con placer sintiendo la mano subir y bajar por su pene y el del ángel friccionando entre sus nalgas. Su mano derecha busco tras de sí la pierna de Castiel y la paso por encima de él, dejándola sobre su propio muslo, haciendo que la distancia entre ambos cuerpos fuese menor. -La mano...- dijo entre jadeos.- ... dentro...- el ángel entendió las palabras del humano e introdujo su mano lentamente en el calzoncillo. En cuanto los dedos fríos de Cas tocaron su miembro Dean gimoteó.- Sí...- Castiel aferró su glande sin saber exactamente qué hacer, no iba a negar que conocía la teoría pero la práctica era otra historia. Movió su mano tal y como Dean le había enseñado antes intentando no utilizar mucha fuerza en su agarre.- Más rápido...- rogó el humano y el ángel se sometió a su petición y aceleró tanto el movimiento de su mano como el de sus caderas, comenzando a sentir como el control se le escapaba de las manos.
-Dean... Me siento raro...- la respiración de Castiel cada vez era más irregular y apresurada.- Siento una presión...-
-Déjate llevar Cas.- susurró Dean al mismo tiempo que cogía el cuello del ángel y girando su cabeza de forma algo incómoda, atrapaba los labios de Castiel con los suyos. Retenido en aquella boca Castiel no pudo dejar escapar el grito que se perdió en la garganta del otro hombre cuando sintió su cuerpo liberarse, eyaculando dentro de su pijama y apretando más su mano sobre el miembro de Dean, haciendo su movimiento más brusco y profundo, sintiendo el líquido pegajoso del humano resbalar entre sus dedos. Aún con su mano dentro de la ropa interior del esclavo, Castiel iba recuperando la respiración poco a poco, sin saber que era capaz de necesitar tanto el aire. A pocos centímetros de su cara, los labios hinchados por los besos se curvaron en una sonrisa que mostraba los blancos y caninos dientes de Dean.
-¿Que ha sido eso?- preguntó con voz ronca el ángel.
-¿Te refieres al orgasmo o a lo mojados que están tus pantalones?- Dean sacó la mano de su amo de dentro de sus calzoncillos y se giró totalmente hacia él.- Tendríamos que darnos una ducha.-
-Me siento muy... cansado...- dijo frunciendo el ceño.
-Es normal Cas... No ha estado mal para ser una primera toma de contacto ¿verdad?-
-¿Primera toma de contacto?- la mano de Castiel acarició su estómago y una extraña sensación le recorrió el cuerpo, sintiendo como la impresión pegajosa y húmeda entre sus piernas desaparecía. Pensó que era bastante útil tener a un ángel para estas cosas y se abrazó a su cintura con fuerza, pudiendo apreciar el calor que transmitía.
-Sí... puede que otro día... si te portas bien... te enseñe cosas nuevas...- dijo mordisqueando la nariz de Castiel quien sonrió con cansancio.-Tendremos que mejorar lo del tiempo, estoy desentrenado. Ahora vamos a dormir, ¿ok?- Castiel asintió con los ojos ya cerrados y se acurrucó contra el humano. En otra situación Dean habría echado al ángel de su cama, pero seguramente en otra situación no hubiese hecho aquello con un hombre. Decidió ignorar sus pensamientos, siempre era más fácil.
Capítulo 09.